El Ballet Imperial ofrecerá el domingo su versión de Carmen, Bolero y Carmina Burana
Bailar en Moscú, prueba de calidad de una compañía rusa
En el teatro Metropólitan estarán en escena 54 bailarines de la agrupación creada a instancia de la famosa Maya Plisétskaya
Habrá una sorpresa, promete Gediminas Taranda, director artístico
Miércoles 5 de junio de 2013, p. 9
La manera de saber si una compañía de ballet rusa tiene la calidad que pregona es conocer si se ha presentado en Moscú
, expresó en conferencia de prensa Gediminas Taranda, quien fue solista del Bolshoi y actualmente es el director artístico del Ballet Imperial Ruso, que se presentará el 9 de junio en el teatro Metropólitan.
El programa es de corte clásico, con tres piezas que sin duda atraerán y gustarán a todos los asistentes: Carmen, de George Bizet; Bolero, de Maurice Ravel, y Carmina Burana, de Carl Orff.
“El Ballet Imperial Ruso fue creado en 1994 por iniciativa de Maya Plisétskaya, quien fue su presidenta de honor y asesora general hasta 2004.
Durante ese tiempo, Maya, famosa bailarina y premio Príncipe de Asturias, actuaba con el Ballet Imperial Ruso La muerte del cisne, Capricho italiano y la Polonesa de la ópera Eugeny Onegin, de Chaikovsky, así como La siesta de un fauno, entre otras coreografías.
Bolero fue creado para ella y Gediminas Taranda con el Ballet Imperial Ruso; fue estrenado en Tokio en 1996.
Alumno de Yury Grigorovich
El director artístico de la compañía es uno de los más famosos bailarines de Rusia. Antes de crear la compañía fue solista principal del Teatro Bolshoi de Moscú (1980-1994) y estudió la carrera de coreógrafo bajo la dirección de Yury Grigorovich. Su trabajo fue reconocido con los premios del Concurso Nacional de Ballet de Moscú (1978), del Concurso Nacional de Coreografía y Ballet (1980), al mejor intérprete de Coreografía Moderna (1984). Fue artista de honor de Rusia (2005), Orden de Diaguilev (2008). Por la recuperación y la interpretación de las obras del repertorio de los Ballets Rusos de Diaguilev a ocho artistas del Ballet Imperial Ruso les fue otorgada esa orden.
La sede de la compañía en Moscú es el del Teatro Novaya Ópera (financiado por el Ayuntamiento), donde realiza sus representaciones, que compagina con las giras internacionales y nacionales.
El 23 de noviembre de 2011, el Ballet Imperial Ruso presentó su nuevo programa Pianomanía (180 personas en escena, con coro, orquesta, solistas de ópera y el famoso pianista Dimitri Malikov) en el escenario del Palacio Estatal del Kremlin de Moscú (seis mil personas de aforo, lleno absoluto).
Es muy conocido en China, donde actúa todos los años como mínimo durante dos meses y donde realizó un proyecto original: El lago de los cisnes, con los nadadores sincronizados, en el Cubo –la piscina Olímpica de Pekín–, con llenos de dos mil personas diariamente, en 2009.
Carmen se desarrolla en Sevilla y sus alrededores hacia 1830.
Bolero, de Maurice Ravel, fue creada en 1928 y estrenada en la Opera Garnier de París el 28 de noviembre de ese mismo año. Esta es quizá la obra musical escrita en el siglo XX más famosa del mundo.
Carmina Burana, que desde su estreno en 1937 en Fráncfort ha paseado triunfalmente por todos los escenarios del mundo, empezó su nueva vida en versión coreográfica de Maya Murdmaa (Estonia), creada para el Ballet Imperial Ruso y estrenada en el Teatro Novaya Opera de Moscú, en mayo de 2005.
A la rueda de prensa, Taranda llegó acompañado de bailarinas de su país, cuya belleza, porte y seguridad hicieron a un reportero exclamar: ¡Son de otro planeta!
Era verdad.
Taranda dijo que la compañía llega a México por una invitación que le hicieron a su representante. Este año la gira será muy larga y en septiembre estarán en Australia y Nueva Zelanda; luego, a España. “En Rusia tengo dos amigos mexicanos, del Ballet de México. Me parece interesante la manera como trabajan. Latinoamérica tiene una gran tradición de ballet y todos los países son muy musicales. Aquí, como en Rusia, se baila en muchas ocasiones.
“La primera vez que estuve en México fue hace 25 años, cuando estaba en el Ballet Bolshoi. Entonces tuve mucho éxito y el público mexicano fue muy cariñoso y con el corazón abierto. Algo parecido ocurrió hace días en Aguascalientes, donde la presentación fue fantástica. Mucha gente fue en familia.
“Representamos la cultura rusa. Es de mi interés que artistas rusos vengan a México y que mexicanos vayan a Rusia. Creo en el intercambio. En Rusia es ampliamente conocida Frida Kahlo. Los mexicanos son agradables. Cuando escuchan que somos rusos nos llenan de atenciones. Mis bailarines localizaron a México en el mapa y se informaron sobre su historia y su cultura. Les llamó la atención su historia, la Revolución, etcétera. Punto y aparte es el tema de la muerte, que en Rusia es absolutamente diferente.
“En Carmen, una vez presentamos un personaje que era la muerte. Un bailarín se caracterizó y eso impactó”.
Esta compañía está integrada por 54 bailarines, dijo. “Nuestro repertorio es casi absolutamente clásico. Carmen siempre será Carmen en cualquier parte del mundo. Nuestras obras son con un nuevo vestuario y una nueva coreografía, producidos por dos artistas y un pintor muy conocidos en Rusia. Nuestras interpretaciones son especiales y eso lo comprobará el público. Habrá una sorpresa”.
Añadió que la disciplina es estricta y que ensayan varias horas al día. Tenemos bailarinas de 16 y 17 años: la mayor es de 27. A México vienen muchas compañías, pero para saber si tienen calidad debe conocerse si se han presentado en Moscú. Salgo a las ciudades en busca de talento
.
Sobre la idea de que un gran bailarín no será un buen director, contestó que eso es un error, pues él es muy bueno. El ballet clásico es muy difícil, e innovar, más
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