El escritor, dramaturgo y periodista Vicente Leñero cumple hoy 80 años. Sin embargo, no aceptó homenajes ni fastuosos festejos. Siempre fui muy tímido y aislado, se define.

Me choca cumplir años y no lo voy a celebrar, ya se lo dije a todo mundo. Uno puede celebrar publicar un libro y el acierto o la fortuna de los amigos y de la amistad, pero no debería hacerlo con los cumpleaños, así lo recalcó el también guionista a La Jornada el pasado 13 de marzo, con motivo de la aparición de su libro Más gente así (Alfaguara).

Su celebración consistirá en una reunión familiar y no más, según confirmó su esposa, la sicóloga Estela Franco: Vamos a irnos a comer toda la familia, que somos 12, y ése será el festejo, así lo quiso él, y lo hacemos con gusto.

No obstante tal reticencia de Vicente Leñero, su onomástico es motivo de júbilo y alegría para familiares, amigos, colegas, ex colaboradores, alumnos y lectores, además de que representa una oportunidad para reconocer la valía de su prolífico trabajo. A ello se suman reconocimientos públicos, como la serie de programas que sobre su vida y quehacer será transmitida a partir de este domingo por Canal 22.

Entre las numerosas voces que se unen al reconocimiento y las felicitaciones para el autor de Los albañiles se encuentra Estela Franco, su esposa, quien destaca la armonía y la muy amorosa relación que mantiene con el maestro, con quien lleva 53 años de matrimonio.

Lo admiro como persona y como escritor. Siempre lo he alentado, lo he acompañado en toda nuestra convivencia. Es un hombre obsesivo en cuanto a su trabajo. Por fortuna, tiene muchos años que trabaja en su biblioteca y siempre lo veo escribiendo y muy dedicado. Claro, esto ha ido bajando un poco, porque antes escribía muchísimo, comenta.

Sin embargo, siempre lo veo ocupado, porque es muy generoso; a sus alumnos, a gente que le pide que le revise sus novelas o guiones, responde siempre con mucha responsabilidad.

Lo que más admira y destaca Estela Franco de su esposo es que es un hombre muy comprometido. Estamos muy unidos en la cuestión religiosa, y que sea un hombre tan trabajador para mí ha sido muy respetable. Siempre ha estado conmigo, en las buenas y las malas.

En tanto, la dramaturga Estela Leñero, una de sus cuatro hijas, se considera afortunada por tener un padre que ha sido al mismo tiempo su maestro en el campo del teatro, de quien aprendió el abc de esa expresión y de la escritura.

Entre los principales valores y virtudes que la creadora escénica resalta de su padre están su ética frente a la vida y las relaciones personales, su generosidad hacia los demás y la capacidad de comprensión de lo diferente.

En lo profesional, admiro su pasión por escribir: de escribir para expresarse en cualquier género. Ésa es su obsesión, porque es su forma de expresarse. Por eso, se ha abocado en cuerpo y alma a ella.

El mensaje que envía Estela Leñero a su padre y maestro es de agradecimiento, por compartir con él tanto el ser persona como dramaturga; destaca que él ha sido un hombre entregado a la literatura, pero que siempre ha tenido una actitud muy amorosa hacia sus hijas: Isabel, Eugenia, Mariana y yo, lo cual ha permitido siempre que la nuestra sea una relación muy cálida.

Paladín de la cultura

Ya dentro del mundo literario, José Agustín subraya: “Vicente es un hombre notable, paladín de la cultura en México. Le tengo especial estimación. Cuando tenía 20 años, trabajé con él y Gustavo Sainz en la revista Claudia; desde entonces tenemos una relación muy bonita. Le deseo, pues, muchas felicidades en sus 80 años, y que eso no impida que nos dé más libros”.

El autor de La tumba reconoce que la obra de Leñero representa un adelanto notable en la literatura mexicana; hay un salto cualitativo después de que él aparece. La literatura estaba asentada en cánones tradicionales, pero llegó él y comenzó a modificar todo.

Autor audaz

Por su parte, Juan Villoro lo describe como uno de nuestros mayores escritores en muy diversos géneros. Él nos ha autorizado a los autores que venimos después a pensar que es posible escribir con excelencia guiones de cine, obras de teatro, reportajes, artículos, novelas, testimonios. Salvo la poesía, prácticamente ha cubierto todos los géneros de la prosa; es un autor extraordinario.

Agregó que le debe mucho al periodismo, “esta enseñanza de un oficio que él ha tomado siempre como una vocación artesanal, con mucho gusto por el detalle y con mucho interés por los demás.

“En alguna ocasión, Vicente dijo que es un novelista sin imaginación; por supuesto, exagera, pero se refería al modo de que un reportero tiene que ir investigando los temas narrativos también para sus obras de ficción; él va siguiendo temas. En algunos casos, esto lo ha llevado a escribir novelas testimoniales sin una gota de ficción, como Asesinato”, añade.

“Pero también ha escrito algunas de las novelas más audaces de la narrativa mexicana, como Estudio Q, por ejemplo, que toca el tema de las telenovelas cuando casi nadie hablaba de este asunto.”

Es mucho lo que se puede decir de Leñero, señala Villoro. Pero una cosa muy interesante es que cumple 80 años en un estado de total lucidez y escribiendo algunos de los mejores textos de nuestra literatura. Vicente recibe su cumpleaños en estado de gracia, y creo que debemos celebrarlo.

Para el director de teatro Luis de Tavira, Vicente Leñero es uno de los dramaturgos fundamentales del teatro mexicano reciente. Con él se inaugura una nueva visión del realismo que se aboca al desvelamiento de una verdad sólo reservada al teatro, inaccesible a la indagación del periodismo, a la indagación de la ciencia y, por tanto, exclusiva del teatro.

Por último, la escritora Silvia Molina lo felicita con mucho cariño y, tras reconocerlo como mentor de la generación a la que pertenece, se dice admiradora de su literatura, el habla que tiene en ella, esa cosa de hacer literatura reportaje con una fuerza y un lenguaje que convierte casi en lenguaje cotidiano, aunque no lo es.