Sábado 15 de junio de 2013, p. 23
Nueva York. Autoridades de estados y ciudades de Estados Unidos se unieron para presionar a los fabricantes de celulares a adoptar tecnologías que deshabiliten los teléfonos robados, incluido un interruptor de seguridad
para poner freno al creciente robo de estos dispositivos. Las autoridades han criticado a los operadores y los fabricantes de celulares por lo que ven como falta de voluntad para realizar cambios tecnológicos que se hagan cargo del problema. Una nueva coalición analizará los patrones de los robos y trabajará con Apple y otros fabricantes de teléfonos inteligentes para crear interruptores de seguridad
, que harán que dichos aparatos dejen de funcionar si son robados. De acuerdo con las autoridades, el robo de celulares ha escalado. Cerca de la mitad de los robos en San Francisco el año pasado implicaron dispositivos móviles, según el fiscal de distrito George Gascon.