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Ganamos obras y seguridad, dice Rousseff a manifestantes

Nuevas protestas en Brasil contra los gastos excesivos para el Mundial
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Autoridades de Sao Paulo no reportaron hechos de violencia durante la movilizaciónFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 15 de junio de 2013, p. 21

Brasilia, 14 de junio.

Nuevas manifestaciones contra el alza al transporte y los enormes gastos públicos para el Mundial de futbol 2014 tuvieron lugar hoy en Brasil, en la víspera del inicio de la Copa Confederaciones y al día siguiente de las violentas protestas que dejaron cientos de detenidos y heridos.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, defendió durante una visita a la favela la Rocinha la realización del Mundial.

En Brasilia, la capital, unos 400 manifestantes quemaron neumáticos y formaron barricadas humanas para bloquear el acceso al estadio sede de la apertura de la Copa Confederaciones, ensayo general del Mundial 2014, que comenzará este sábado con el juego Brasil-Japón.

A diferencia de la violencia del jueves en Sao Paulo y Río de Janeiro, no hubo detenidos o heridos en Brasilia, informó la policía. Tampoco episodios de violencia en Sao Paulo, donde se manifestaron unas 200 personas, o en Nitéroi, frente a Río de Janeiro, donde más de mil inconformes protestaron por el alza al transporte.

En Brasilia y Sao Paulo los manifestantes –en su mayoría del Movimiento de Trabajadores Sin Techo– repudiaron los millonarios gastos para el Mundial, pues muchos brasileños carecen de vivienda.

El gobierno “construye un elefante blanco de unos 750 millones de dólares, haciendo muchas obras sobrefacturadas para la Copa, mientras mucha gente no tiene dónde vivir”, comentó Rogerio da Cunha, uno de los manifestantes en Brasilia y militante del Movimiento de Trabajadores Sin Techo.

Algunos inconformes portaban carteles, en los que se leía ¿Copa para quién?, en rechazo a los 15 mil millones de dólares que el gobierno prevé destinar a inversiones para el Mundial.

Si la Copa fuese nuestra, ¿usted qué haría? ¿Privatizar el aeropuerto o construir 500 guarderías?, se leía en otra pancarta.

Rousseff aprovechó una visita a la favela La Rocinha, la mayor de Río de Janeiro, para defender el Mundial. Cuando preguntan a ustedes qué ganamos con la Copa, además de la alegría del futbol, ver a Brasil jugar, además de la Copa Confederaciones, ganamos una mejora en la seguridad, ganamos todas esas obras que también son fundamentales en las carreteras y en el Metro, aseguró Rousseff.