Recife, 19 de junio

Italia vino de atrás de una desventaja de dos goles y marcó el definitivo 4-3, a cuatro minutos del final, para vencer a un Japón que mostró la sangre samurai hasta el final y que contó con mala fortuna para quedar eliminado.

En el vibrante choque con el cual culminó la segunda fecha del grupo A de la Copa Confederaciones, disputado en la Arena Pernambuco de esta ciudad, los tantos de la azzurra fueron de Daniele de Rossi, al minuto 41, un autogol de Atsuto Uchida (50), de Mario Balotelli (52, de pena máxima) y de Sebastian Giovinco (86).

Por los nipones marcaron Keizuke Honda (desde el manchón penal al minuto 21), Shinji Kagawa (32) y Shinji Okazaki (69), quien al 85 estrelló un cabezazo en el travesaño que pudo ser el gol del triunfo de la escuadra asiática.

Con esta victoria, los pupilos de Cesare Prandelli llegaron a seis puntos para calificar a la siguiente fase, mientras la escuadra de Alberto Zaccheroni quedó eliminada con su segundo descalabro, igual que México, ante el cual luchará por no ser el sotanero de este sector el día 22 en Belo Horizonte.

El técnico de Japón alineó al delantero Ryoichi Maeda por Kiyotake, un cambio ofensivo. En el minuto cinco Kagawa centró desde la izquierda y el remate con la cabeza de Maeda lo atajó Gianluigi Buffon con problemas.

Los nipones tenían la pelota y eran punzante en el ataque ante una Italia desconcertada y errática que no se acercaba al arco de Eiji Kawashima.

Al minuto 20, una mala cesión de Mattia De Sciglio provocó que Buffon derribara a Shinji Okazaki en la disputa de la pelota. El penal, que el banquillo asiático vivió levantado y abrazado, lo anotó Honda. El estadio, casi lleno, lo celebró como si Recife fuera Tokio.

La torcida adoptó a Japón, al que coreó por momentos con gritos de olé, olé, dado el dominio del juego y del balón. En la primera parte tuvo la posesión de la pelota 52 por ciento, logro ante una Italia que presume de querer dictar en el rectángulo de juego.

Como nada funcionaba en la azzurra, Prandelli decidió intervenir, enmendar su error inicial y volver al sistema del duelo ante México. En el minuto 30 retiró a Aquilani y entró Giovinco para jugar junto a Emanuele Giaccherini por detrás de Balotelli.

Al minuto 32 un nuevo error defensivo lo aprovechó Kagawa para rematar de zurda una pelota suelta que no acertó a despejar la zaga italiana y poner el 2-0.

Luego Daniele de Rossi vio la tarjeta amarilla y se perderá el duelo del sábado ante Brasil.

Los cambios de Prandelli no dieron frutos de inmediato y los olé, olé del público para Japón continuaban. Pero de repente, de la nada, de un tiro de esquina Italia encontró un premio excesivo a sus méritos al 41. Andrea Pirlo lanzó magistralmente desde la esquina y De Rossi remató con la cabeza a las redes.

Ni la lluvia ni la pausa enfriaron a Italia, que ayudado por el cándido Maya Yoshida; se dejó ganar una pelota en la línea de fondo por Giaccherini, cuyo centro fue introducido en propia meta por Uchida.

Inmediatamente después un remate de Giovinco tocó la mano de Hasebe mientras se caía y el árbitro argentino Diego Abal señaló un indiscutible penal que convirtió Balotelli en el 3-2.

Japón no bajó los brazos y aprovechó el conformismo azzurro. Al 69 Okazaki remató con la cabeza un envío de Endo y empató de nuevo.

El partido era ya ida y vuelta. Japón asediaba a una Italia que parecía muerta, pero De Rossi combinó con Marchisio, que cedió a Giovinco el tanto del triunfo azzurro.

El técnico Prandelli destacó lo hecho por sus jugadores: Ha sido un esfuerzo de locos. El clima es muy difícil, lo debemos afrontar. Estuvimos 2-0 por debajo porque no entendíamos lo que teníamos que hacer. Luego bajamos demasiado las líneas, pero no para defender, sino porque no teníamos gasolina, justificó cuando Japón empató 3-3.

Por su parte, De Rossi felicitó a los japoneses y aseguró que ha sido uno de los partidos más sufridos de mi carrera.