El subejercicio del gasto público durante el primer trimestre de 2013 es el peor que se ha registrado en un principio de sexenio desde 1995, cuando el país estaba en plena crisis económica, revela un análisis comparativo del Grupo Financiero Banorte-Ixe. Un subejercicio histórico del que se han quejado en las últimas semanas los organismos empresariales, pues alertan que ello agravará la situación económica del país, pero que ha sido rechazado por el gobierno federal.

Apenas el domingo pasado, al arrancar su gira de trabajo por Reino Unido e Irlanda, donde acudió a la cumbre del G-8, el presidente Enrique Peña Nieto consideró natural dicho subejercicio, al justificar que ocurre en cada comienzo de gobierno; refutó que sea motivo de desaceleración económica y aseguró que se acelerará el ritmo del gasto.

Al arrancar el gobierno actual, el gasto público cayó 10.4 por ciento entre enero y marzo de este año, muy por encima del registrado en igual periodo de sus tres antecesores: con Felipe Calderón el descenso fue de 5.5 por ciento en el primer trimestre de 2007, con Vicente Fox se contrajo 2.8 por ciento en 2001 y con Ernesto Zedillo cayó 4.2 por ciento, detalló el análisis que dio a conocer ayer Delia Paredes Mier, directora ejecutiva de análisis económico de Banorte-Ixe.

Es el primer trimestre de una nueva administración cuando más ha caído el gasto público. Nosotros esperábamos una caída de 5 por ciento, muy similar a la que habíamos visto en iguales trimestres de los gobiernos anteriores de Zedillo, Fox y Calderón porque siempre hay un retraso en el gasto, pero se les ha retrasado más de lo previsto, expuso la analista en un foro sobre los sectores inmobiliario y de infraestructura titulado México con paso firme, organizado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) y el Urban Land Institute (ULI).

Sí se gasta menos porque en el primer semestre de 2012 estaban las elecciones a todo lo que daban y todo mundo estaba gastando, pero ahora es como la resaca de fin de fiesta y empieza el nuevo gobierno y ya no hay esa necesidad de tanto gasto porque no hay elecciones (federales) en puerta. Entonces, la base de comparación viene de un gasto muy elevado del año pasado, explicó en entrevista posterior.

No obstante, dijo que lo mismo sucedió con los gobiernos que antecedieron al de Peña Nieto sin que la caída del gasto público fuera tanta, e incluso sin que existiera una crisis como la que estalló cuando comenzó el sexenio de Ernesto Zedillo.

Apuntó que aún cuando parece que hace poco encontraron la chequera porque en abril el dato fue de menos 7 por ciento y no de menos 10 como en el primer trimestre, es previsible que en el segundo trimestre e incluso la primera mitad del año no se obtengan resultados tan buenos como se preveían.

Consideró que si el gobierno anuncia en las próximas semanas el Plan Nacional de Infraestructura (PNI) los resultados no se verán este año, sino hasta 2014 porque tendrán que implementarse e implica asignación de proyectos y licitaciones.

Paredes Mier catalogó la caída del gasto público como una de las malas noticias en la economía nacional que han propiciado que analistas e instituciones especializadas modifiquen sus pronósticos de crecimiento para 2013 y se tenga una perspectiva negativa a corto plazo sobre el país.

La desaceleración, dijo, ha sido más fuerte de lo esperado, con un crecimiento de apenas 0.8 por ciento del producto interno bruto (PIB) durante el primer trimestre, aún cuando se justifique por el efecto calendario, ya que se tuvieron menos días hábiles por la Semana Santa y por no ser año bisiesto.

Si hacemos el ajuste por eso el crecimiento fue de sólo 2.2 por ciento y de todos modos es la tasa más baja desde la crisis de 2009, puntualizó.

Para Banorte-Ixe el PIB cerrará 2013 con un crecimiento de sólo 2.7 por ciento, más bajo que el pronóstico de las autoridades y otras instituciones, pero nada mal si consideramos que es superior al promedio anual de 2 por ciento de los últimos diez años.

Para el segundo trimestre previó un crecimiento de 3.4 por ciento contra 4.5 por ciento de un año antes y de 2.7 y 3.5 por ciento para el tercer y cuarto trimestre contra 3.2 por ciento de ambos periodos de 2012.

Inexplicable y deliberado

El pasado 10 de junio la cúpula del sector privado exigió al gobierno federal acelerar el ejercicio del gasto público para frenar el deterioro de la economía nacional, ante la alarma de que el PIB sólo creció 0.8 por ciento en el primer trimestre.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) del Consejo Coordinador Empresarial, calculó que el monto ejercido de enero a abril fue inferior en 63 mil 100 millones de pesos al programado, y el subejercicio del gasto llegó a los 20 mil millones de pesos respecto al primer cuatrimestre de 2012.

El gasto público, acusó, sigue detenido sin razón aparente a pesar de que los ingresos muestran un avance moderado y lo atribuyó a los procesos electorales estatales de este año.

También la organización civil El Barzón alertó desde el 6 de junio que en lugar de inyectar recursos a la economía en los primeros meses del año, la Secretaría de Hacienda ha llevado a cabo una política de subjercicio deliberada, irresponsable e inexplicable, con severos daños a la producción y a la población, derrumbando además las supuestas ventajas y expectativas que se abrieron con la llegada del gobierno de Peña Nieto.

Indicó que el subejercicio del primer cuatrimestre afectó principalmente a las secretarías que concentran presupuestos fundamentales para detonar inversiones y aplicar programas de desarrollo regional y social. Así, detalló, el subejercicio en la Secretaría de Agricultura es de 24 por ciento; en Comunicaciones y Transportes de 36; en Economía de 11; en Medio Ambiente de 23 y en Turismo hasta de 52 por ciento.