En vez de afrontar el problema de la inseguridad con datos verdaderos y un análisis riguroso de la situación, el actual gobierno federal ha asumido con rigor una política de ocultamiento de los hechos de violencia para crear entre los ciudadanos la percepción de que ésta ha bajado, señalaron integrantes de diversas organizaciones sociales.

‘‘Hay una política deliberada para que haya menos exposición mediática en estos temas. Los indicadores del gobierno federal en materia de seguridad son muy endebles y no se sostienen’’, afirmó Edna Jaime, directora de la organización México Evalúa, durante el taller denominado ¿Cómo evaluar desde la sociedad civil las políticas de seguridad pública?

Una muestra de ello, indicó la activista, es que las más recientes estadísticas oficiales de homicidios presuntamente relacionados con el crimen organizado no son públicas, no están desagregadas por municipio ni detallan características importantes de cada caso, lo que no permite verificar su exactitud.

A pesar de ello, dijo, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, afirmó que ese delito había bajado en el primer cuatrimestre de la actual administración.

Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, coincidió en que ‘‘hay un mandato de bajarle el perfil (a la información sobre la violencia). Si hablas con funcionarios públicos, siempre tratan de llevar la discusión hacia otro lado, de distraer hacia otro tema’’.

Luego de advertir que la violencia está haciendo que ‘‘se pierda el Estado en algunas zonas’’, el especialista consideró que primero hay que saber cuáles son las condiciones reales de la inseguridad en México para después cambiarlas, sin dejar de comunicarle a la gente las estrategias para dicha tarea.

A su vez, Leonel Fernández, investigador de México Evalúa, consideró que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha confundido el hecho de quitarle a la violencia el ‘‘alto perfil’’ mediático que tuvo durante todo el sexenio pasado, con ocultar información sobre el tema y minimizar un problema grave.

Al explicar los detalles de un estudio realizado por su organización con respecto a la inseguridad en el país, Fernández subrayó que las autoridades suelen afirmar que ciertos delitos han bajado, cuando en realidad lo que desciende es la cantidad de denuncias de las víctimas derivado de la falta de confianza en las autoridades.

De acuerdo con el analista, 96.1 por ciento de los crímenes nunca son reportados ante el Ministerio Público, lo que genera una enorme ‘‘cifra negra’’ que nunca es considerada por los servidores públicos, como lo demuestra el hecho de que en el estado de México las estadísticas sobre extorsión son prácticamente nulas, pero no porque dicho ilícito no ocurra o vaya a la baja.

Finalmente, Leticia Bonifaz, académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas, aseveró por su parte que hay muchas entidades que le tienen ‘‘pavor’’ a las evaluaciones, porque prefieren no saber qué tan mal están y evitar por esa vía la difusión de notas periodísticas sobre el tema.