El conflicto en el grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Senadores llegó ayer a instancias judiciales y adquirió tintes policiacos: el coordinador de la bancada, Jorge Luis Preciado, presentó una denuncia penal por despojo ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, luego de que Francisco Domínguez tomó posesión como tesorero, un día después de que la mayoría de legisladores afines a Ernesto Cordero Arroyo lo designó para ese cargo.

Cerca de las 11 de la noche, Preciado manifestó que desconoce los acuerdos adoptados por los 23 senadores cercanos a Cordero, así como el nombramiento de Domínguez, por lo cual ordenó sellar y mantener bajo vigilancia policiaca el primer piso de la Torre Azul, edificio donde se ubica la tesorería de los senadores panistas.

Con esa acción Preciado recuperó el edificio sede del grupo parlamentario –en especial la oficina donde se encuentra toda la documentación financiera y contable– a la que horas antes había ingresado Domínguez en su carácter de tesorero.

Estos hechos se dieron a pesar de que durante la mañana Cordero declaró que daban vuelta de hoja a la confrontación y Preciado comenzó a negociar con sus opositores, en medio de un voto de silencio mediático que acordaron los legisladores, mientras el conflicto continuaba.

Por la mañana, en entrevista telefónica, Preciado no quiso referirse a la reunión de los 23 senadores cercanos a Cordero en la que reformaron el estatuto general para quitarle el control de los recursos económicos de la bancada y restarle poder en las decisiones legislativas y políticas. No sé ni lo que pasó ayer, respondió.

Más tarde recibió a Francisco Domínguez en sus oficinas, en un encuentro al que también asistió el senador Ernesto Ruffo.

Domínguez declaró que Preciado se negó a asistir a la entrega-recepción de la oficina de administración y finanzas en la Torre Azul y le pidió que esperara hasta el regreso del vicecoordinador de esa oficina, Víctor Hermosillo.

No lo podía hacer, agregó Domínguez, porque si fui electo tesorero –de lo cual se notificó a la mesa directiva del Senado–, si hubiera un mal manejo yo soy el responsable. Entonces, acompañado por el notario público número 37 del Distrito Federal, Carlos Flavio Orozco Pérez, y personal de resguardo parlamentario del Senado, tomó posesión del inmueble.

Explicó que el notario dio fe de que todo se realizó de manera ordenada, y el administrador preventivo, Luis Canuto, le entregó las llaves y la oficina. Cerca de las seis y media de la tarde se retiró del lugar.

Personas cercanas a Preciado aseguraron que Domínguez intentó tomar la tesorería por la fuerza.

Media hora después, a solicitud de Preciado, llegaron a la Torre Azul la agente del Ministerio Público Rosa María Nedia García; el notario público número 142, Daniel Luna Ramos, y el fedatario Ramón Gálvez Gutiérrez, corredor público 69, quienes estuvieron en el edificio durante dos horas.

Por la noche, Preciado, acompañado por el senador José María Martínez y el contador Canuto, denunció que encontraron el primer piso con cadenas, sellos y sin chapas, y que se estaba elaborando un inventario para detectar si falta algún documento.

El senador Martínez destacó que el nombramiento de Domínguez como tesorero es ilegal y que muchos cambios al estatuto que hicieron los corderistas se contraponen al estatuto del PAN y la Ley Orgánica del Senado.

–¿Eso significa que no va a acatar los cambios?

–No existen –respondió el senador Preciado.

Afirmó que él, como coordinador de la bancada, es quien debió notificar a la mesa directiva del Senado acerca del nombramiento de Domínguez, y no directamente los 23 senadores.

En este contexto, se supo que durante la reunión inteparlamentaria México-España, Cordero Arroyo debió operar a fondo. El lunes 17, vía telefónica, instruyó a sus allegados en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN a estar alertas y no presentarse para evitar que se concretara la intención del dirigente nacional, Gustavo Madero, de iniciar el proceso para expulsarlo del partido.

Un documento elaborado por senadores cercanos a Preciado para ese encuentro señala que en la batalla que sostienen Cordero y sus seguidores por el control del grupo parlamentario, sus asesores y abogados han pasado por alto que su conducta los puede llevar a ser expulsados del PAN.