Salvar y dar vida a una persona que no se conoce, por medio de la donación de un órgano, de médula ósea o de células progenitoras (madre), es un acto ético que debe convertirse, además de voluntario, en una obligación personal, moral. Insto a los mexicanos a crear una nueva moral en materia de donación, expresó en entrevista con La Jornada el tenor Fernando de la Mora, quien participará en el concierto Comparte vidas con María, cuyo programa constará de varias Ave María, en apoyo de las actividades de la Fundación Comparte Vida AC.

La gala será el sábado 13 de julio, a las 18:30 horas. Será una velada operística de Aves Marías en la que intervendrán, además de De la Mora, benefactor asociado de la citada fundación; la soprano Zaira Soria; la mezzosoprano Guadalupe Paz, y el barítono Germán Olvera, acompañados de la Orquesta y Coros Sinfónicos Mexicanos, bajo la dirección de Rodrigo Macías.

La velada se realizará en la Plaza Mariana de la Basílica de Guadalupe, que ese día será inaugurada.

Comparte Vida AC es una organización no lucrativa constituida en 1998 con el fin de apoyar y brindar una nueva oportunidad de vida a los enfermos de leucemia y otras males de la sangre en México. Señala que quienes gozan de buena salud y algún nivel de bienestar están moralmente obligados a compartir con la sociedad tiempo y recursos para ayudar a mitigar padecimientos y necesidades de los que menos tienen.

Donormo y Bacecu

En la fundación se tiene el Registro Altruista de Donadores No Relacionados de Médula Ósea (Donormo) para salvar vidas mediante transplantes de médula ósea, en el que el donador tiene la oportunidad de compartir su propia vida para salvar la de los demás, sin sacrificar la suya.

También creó el Banco Mexicano Altruista de Células de Cordón Umbilical (Bacecu), para compartir vida desde la donación de células madre contenidas en el cordón umbilical, que son ofrecidas por las madres después del parto.

Donormo es el primer registro en su tipo en Latinoamérica y único en México.

De la Mora agregó que el hecho de donar convierte a alguien en una mejor persona.

“Más que altruismo, me gusta llamarle generosidad. Es comportarnos con civilidad. La palabra altruismo está ligada a la alcurnia, a la aristocracia. Yo pondría esto más en la generosidad desinteresada, a verdaderamente ser desprendido y no esperar nada a cambio.

Simplemente es esperar que el cambio venga del interior de la sociedad, que se vea el cambio conforme a la educación y la cultura, y a la cultura de la donación, porque no solamente nos referimos a células madre o médula ósea, que no ofrece ningún riesgo o, por ejemplo, donar un riñón, un ojo o un pulmón, o un pedazo de hígado.

No se trata de desprenderse de algo que falta para vivir con salud. La donación de células madre o de médula implica sólo dar tiempo, porque lo que se va a donar no va a causar dolor y se recuperará en las siguientes 24 horas. Se piensa equivocadamente que donar células madre implica perder salud. Ser candidato a donador es difícil; es casi como sacarse la lotería, pero si se es elegido se tendrá la oportunidad de salvar una vida.

Fernando de la Mora
Foto Cortesía de la producción

Para el tenor, la ciencia ha avanzado de tal forma que alguien puede dar vida a quien ha perdido la salud. Hablamos de un ser que puede tener 3 años de edad, o 5, 18, 50 o 60. Ello sobre todo porque hay gente que no tiene dinero para pagar un transplante. ¡Qué gacho que gente enterada de que no duele nada donar no lo haga o no le importe! ¡Eso sí duele, mano! Eso habla de personas con nula generosidad. No obstante, estoy seguro de que México está lleno de gente generosa, pero falta información. Donormo, que es el banco de información genética, tiene registrados poco más de 15 mil potenciales donadores, mientras Francia y Alemania, con una población de 60 millones de habitantes cada uno, tienen casi 3 millones de posibles donadores. Ésa es una diferencia en posibilidades de vida. Con esa cantidad es muy probable que se encuentre a alguien compatible genéticamente. ¡En México es casi imposible eso, porque son sólo 15 mil para 110 millones de habitantes! Estamos bajísimos.

–Al respecto, ¿usted qué ha decidido?

–Sí, claro, yo ya me fui a registrar hace años. ¡Me encantaría tener la oportunidad de donar unas cuatro horas de mi vida para que me saquen sangre! ¡Imaginen poder salvar una vida! Es como palomear muchas cosas buenas en la vida. Sería un regalo de Dios poder hacerlo.

Piezas virtuosas

Encabezará el elenco de la gala operística y cantará las Ave María más conocidas: la de Schubert y la de Bach-Gounod. “Añadiré el estreno de una pieza, de un Ave María de mi amigo José Medina. Otras voces interpretarán el Ave María que se canta en Cavalleria rusticana, la de Otelo, la de Caccini. En la historia se han escrito cientos. De hecho podríamos hacer un festival de Aves Marías. La de Bach-Gounod es de las que más me gustan; está escrita sobre un preludio de Bach. Hacer una pieza virtuosa sobre otra pieza virtuosa es un milagro. La más conocida es la de Schubert.

Quiero agradecer a monseñor Enrique Glennie, rector de la Basílica de Guadalupe, quien nos prestó el recinto para hacer esto. Con este concierto vamos a inaugurar al mismo tiempo la Plaza Mariana, que se construyó sobre un terrenazo, al otro lado de la cruz, al fondo, a un costado del Tepeyac. Es gigantesco, para desarrollar uno de los proyectos multimedia más importantes de Latinoamérica relacionado con la religión católica. Todo para reunir fondos para la Fundación Comparte Vida.

Para mayor información sobre el costo de los boletos: [email protected] y en la página web Fundacion comparte vida.