Continúan perforaciones y desmonte de terrenos de agostadero con permisos apócrifos
Miércoles 26 de junio de 2013, p. 36
Buenaventura, Chih., 25 de junio.
La Comisión Nacional de Agua (Conagua) no pudo clausurar seis pozos perforados ilegalmente por agricultores menonitas en el Valle de Santa María –declarado en veda definitiva por el presidente Enrique Peña Nieto, junto con otros 40 mantos freáticos del estado– porque los inspectores de la dependencia olvidaron
la papelería requerida para el trámite.
Las familias menonitas que compraron terrenos y erigen asentamientos en estos parajes desérticos están convencidas de que, por mandato divino, deben hacer producir la tierra, y por ello desmontan terrenos de agostadero para convertirlos en parcelas agrícolas.
El agua no se acaba, esa la dio Dios para sembrar la tierra. Nosotros producimos mucho. ¿Quién les va a dar de comer?
, aseguró el menonita Abram Leyven Veter, sorprendido el fin de semana perforando dos pozos en el Valle de Santa María sin permiso, en tierras que se están deforestando para cultivarlas, también sin licencia de uso de suelo.
Propietario de dos máquinas perforadoras, Abram Leyve Veter fue contratado por los dueños de varios predios que aparecen a nombre de Francisco Frosles y Ricardo Lozano –este último mestizo, de abuelo mexicano– para horadar pozos profundos en pleno desierto, colocar tubos de 10 pulgadas e irrigar las parcelas que están preparando, compradas en los cinco años recientes.
Estas tierras, algunas abiertas al cultivo, otras apenas en desmonte, forman parte de lo que alguna vez fue el rancho El Palmar del Berrendo, cuyo propietario original, Mario Iglesias, vendió a desarrolladores de bienes raíces, quienes fraccionaron casi 30 mil hectáreas en lotes de 68 y 100 hectáreas cada uno, donde ahora se asientan agricultores extranjeros de maíz, trigo, algodón y forrajes.
Presionada por organizaciones sociales que defienden el agua y el desierto chihuahuenses, entre ellas El Barzón, la dirección estatal de la Conagua ordenó la clausura de siete pozos (de un total de 12) que fueron perforados la semana pasada en torno a la nueva colonia menonita Potrero del Llano.
Los inspectores Miguel Alemeida y Omar Arellano llegaron con los expedientes, referencias geográficas de los campamentos de perforación y la orden de clausurar los pozos y confiscar la maquinaria. Pero únicamente lograron ejecutar una orden, porque olvidaron llevar las calcomanías oficiales con la leyenda clausurado por Conagua
.
Cuando a Abram Leyven Veter le tocó la clausura de uno de los pozos que estaba perforando no lo podía creer. Teléfono celular en mano, pedía desesperado a los inspectores: Te doy número de mi jefe. Habla con él mañana
.
Abram, lo mismo que David Peters en otro campamento de la misma colonia, no entiende por qué ellos, que sólo son perforadores contratados para hacer los pozos, tienen que pagar las consecuencias del tráfico de permisos y derechos de aprovechamiento que durante años permitió la Conagua en los asentamientos menonitas.
Yo vivo de esto, de perforar. Tú explica a mí por qué no podemos hacerlos si hay permiso en papeles del folio 8
, decía Abram desencajado.
Daniel Peters aseguró: A mí me dijeron que este pozo tiene permiso
, y muestra una solicitud para rehabilitar un pozo, en el llamado folio 8, cuya ubicación no corresponde con las coordenadas de su campamento.
Angustiado, Daniel pregunta a los funcionarios: ¿Cómo voy a trabajar? Hay permisos legales para perforar pozo. Yo no quiero problemas, quiero las cosas legales. Los permisos son cosas de los ricos. Yo sólo vengo y hago pozos. Debo mucha lana a mucha gente que me están chingando, necesito trabajar
, dice desesperado.
Muestra el supuesto permiso de perforación, pero es una solicitud para rehabilitar un pozo que supuestamente ya existía. El campamento de Daniel está en un predio en pleno desmonte, donde antes no había pozo ni tierras de cultivo, sólo mezquites y gatuños que ya fueron arrancados de cuajo.
El permiso falso con el que Daniel creía estar amparado fue solicitado en la ciudad de México por Alberto Guadalupe Rodríguez Méndez, uno de los muchos tramitadores que se encargaron de engrosar más de 15 mil expedientes con solicitudes de nuevos pozos en tierras que se están abriendo al cultivo en el noroeste del estado, en famoso folio 8 en el cual ahora se ampara la violación a la veda presidencial de 41 acuíferos sobrexplotados en Chihuahua.
En la colonia menonita El Valle, el fin de semana pasado, la Conagua realizó una reunión con el jefe de los colonos, Issac Reimer, para aclararle que no pueden continuar abriendo pozos amparados en el folio 8 ni en el nombre de Dios.