Chilenos residentes en México conmemoraron ayer el 105 aniversario del natalicio del ex mandatario Salvador Allende Gossens y, a casi 40 años del golpe militar que puso fin a su mandato, aseguraron que su legado sigue vivo y su programa de gobierno está vigente, sobre todo ante la crisis que experimenta el neoliberalismo y las protestas que han surgido a nivel mundial.

En una ceremonia en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Viviana Bravo Vargas, historiadora y becaria posdoctoral por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM; Adrián Vázquez Cerda, quien fuera vicepresidente del Instituto de Desarrollo Agropecuario en el gobierno de Allende, y Hugo Gómez Contreras, ex director de los diarios El Popular y Dulce Patria, destacaron la obra del ex presidente –que llegó al gobierno apoyado por la coalición Unidad Popular– y que era un político que sí cumplía lo que prometía.

Remarcaron que sus postulados son todavía un anhelo sin cumplir en la mayor parte del mundo y consideraron que sólo algunos sistemas de gobierno se han acercado a esta forma más humana de administración, entre ellos el que encabezó el fallecido Hugo Chávez en Venezuela.

Al acto convocado por la Asociación Salvador Allende Gossens acudió Gonzalo Martínez Corbalá, quien era embajador de México en Chile cuando ocurrió el golpe de Estado.

En la ceremonia, además de recordar el legado de Allende, los asistentes depositaron 105 claveles rojos y cantaron Las Mañanitas y los himnos nacionales de México y Chile. Concluyeron entonando la canción Venceremos de la Unidad Popular.

En el programa de gobierno de Salvador Allende hay muchas claves para mejorar la relaciones sociales; sobre todo en el contexto actual de neoliberalismo y de despojo de derechos, sus luchas tienen hoy plena vigencia, consideró Bravo. Vázquez agregó que las pruebas feroces que está dando el neoliberalismo en Europa, donde tiene de rodillas a la población hacen urgentes nuevas opciones de gobierno cuya tónica sea la justicia social.

Gómez Contreras indicó que el ex mandatario era un hombre de palabra. Prometió que sólo muerto lo sacarían de La Moneda, y así fue; ofreció una reforma agraria integral y la concretó, prometió igualar las pensiones y salarios de campesinos y obreros, y lo cumplió, y sobre todo, recuperar el cobre para Chile, y lo nacionalizó.