El director de escena anuncia temporada de esa obra de Wilde en el Teatro Helénico
Martes 2 de julio de 2013, p. 7
La obra Salomé explora la pérdida de la inocencia, el consumo del ser femenino en un mundo de hombres. Es un reflejo de una sociedad intolerante que está en el universo del gran poder, del gran dinero, pero sobre todo es una propuesta sobre la pulsión del deseo.
Así definió el director de escena Mauricio García Lozano, el montaje basado en la obra de Oscar Wilde, que se presentará a partir del 26 de julio en el Teatro Helénico de la ciudad de México, con las actuaciones de Irene Azuela, Aída López, José Sefami y Leonardo Ortizgris.
Inspirada en la historia evangélica de Juan el Bautista, el dramaturgo y escritor irlandés Oscar Wilde escribió en 1891 la tragedia que lleva por nombre Salomé, la cual narra la historia de la princesa de Judea, hijastra de Herodes Antipas, quien en un acto de venganza pide a su padrastro la cabeza del profeta Juan el Bautista, como recompensa por haber bailado para él.
Salomé, explicó García Lozano, es una obra que tiene muchas obras dentro de ellas, pero fundamentalmente aborda el deseo, esa fuerza que mueve montañas y pone al mundo a girar. El montaje rinde tributo a ese espíritu primitivo que guarda Salomé, porque todo lo que desea cada uno de los personajes es algo brutalmente prohibido, oscuro.
La obra, cuya adaptación estuvo a cargo de García Lozano, busca generar una mirada hacia el mundo de los poderes, pero no sólo a los que aparecen en las estampas bíblicas. “Hay referentes que nos conectan con un universo más contemporáneo, se consigue con este juego de hibridación estilística que nos obliga a ubicar la obra en otra época que no está, porque el teatro es el espacio en el cual sintetizamos cosas para dar valor y realce a las historias que finalmente son de todas la épocas.
“Salomé es una obra que desde el primer minuto incomoda profundamente, transgrede. La rabia, la necesidad con la que surge este texto creo que es de orden elemental”, señaló el director escénico.
La actriz Irene Azuela, quien dará vida a Salomé, indicó que Oscar Wilde puso en la protagonista las distintas maneras de ver el deseo. En la obra, Salomé es una adolescente cansada y abrumada por las miradas masculinas y cuando sale a refugiarse de esa situación incómoda se encuentra con el profeta, quien despierta en ella un profundo deseo que la llevará a un final bello y terrible.
García Lozano, quien realizó también la traducción de la obra, recordó una cita de Rainer Maria Rilke, de Las elegías de Duino, que expresa: “La belleza no es sino el nacimiento de lo terrible’ y Salomé es una pieza profundamente bella, donde se encarna el horror”.
El montaje de Salomé se escenificará del 26 de julio al 22 de septiembre en el Teatro Helénico (avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn), con funciones los viernes a las 20:30 horas, sábados a las 18 y 20:30 horas, y domingos a las 18 horas.