El genio musical Brian Eno decepcionó a varios en su presentación en el cierre de la primera edición del encuentro tecnológico y creativo TagDF, que se desarrolló en el Centro Banamex del Hipódromo de las Américas de esta ciudad.

El inglés no habló de ninguno de los temas por lo que se le reconoce como una de las figuras seminales del mundo del rock: su papel como productor musical de, por ejemplo, Talking Heads, David Bowie o U2; incluso dijo al iniciar la rueda de preguntas y respuestas: Han hecho preguntas sobre Bono y Bowie; esas no las voy a contestar. Aunque la sensación general fue de desencanto y engaño, nadie lo decía, todos se lo guardaron para sus adentros.

A pesar de la desarticulada charla de Brian Eno ante los 2 mil asistentes, que fue desde desmenuzar algunas partituras, la invención del micrófono y la amplificación del sonido hasta ejemplificar la evolución y el trabajo del músico con El origen de las especies, de Charles Darwin, y los descubrimientos de Copérnico de que la Tierra no era el centro del Universo, quienes “crearon el género ambient en mi disco Music for Airports, que hice con la idea de que fuera la música adecuada para un aeropuerto, que no tuviera principio ni fin y que no aburriera”.

Escasas perlas

Pero como en el caos no hay error, míster Eno lanzó algunas perlas/chispazos en los 90 minutos que duró su charla con sus fanáticos; por ejemplo, dijo que es un artista tecnológico; he logrado todo lo que hecho porque he notado posibilidades tecnológicas que otros no han advertido. La tecnología es una herramienta que usamos para crear; o sea, hemos vivido con ella desde hace 12 mil años.

No puedo ser un productor pasivo; eso no contribuye ni construye, sentenció Brian EnoFoto Ap

Quizás la desajustada charla del músico se debió a la complacencia de los organizadores de darle carta blanca: Cuando me invitaron me dijeron que hablara de lo que quisiera. Y sí, eso hizo.

En otro momento de la plática refirió: La música desde finales del siglo XIX tuvo su mayor influencia en la literatura; después el cine fue su referente en los 40 y 50 del siglo pasado, y ahí cambió, porque en el año de 1943, en Alemania, a alguien se le ocurrió la brillante idea de grabar con dos micrófonos y nacieron las mezclas. En los 60 se hizo como si fuera una pintura hasta la década de los años 90. Actualmente la música ya no tiene calidad artística, se ha diluido.

En uno de los pocos momentos en que se refirió a su trabajo como productor, Eno sentenció: No puedo ser un productor pasivo; eso no contribuye ni construye. Me gusta tener opiniones bipolares, no tiendo a tener ideas débiles, porque los hábitos matan el arte. Cuando trabajo con músicos me gusta ponerlos en riesgo, porque eso significa que pondrán más atención a lo que pase.

Una de las recomendaciones interpelativas que hizo Brian Eno, fue: A lo mejor somos muy buenos en lo que hacemos, pero nadie nos escucha; para eso sirve la amplificación. La inteligencia sale de la complejidad, y la complejidad sale de lo elemental, no de Dios; esta interconexión con la vida viene de abajo, no de arriba.

Eno también refirió que hace tres años visitó el Museo de Arte Moderno de la ciudad de México, pero salí cansado, porque sólo ví arte de confrontación, conflicto y competencia, pero cuando salí me encontré en la calle a unos grafiteros, lo que me reconfortó, porque ellos sí estaban haciendo arte vivo”.