Continúa cerco sanitario y veda en torno a la presa El Hurtado
Sábado 6 de julio de 2013, p. 29
Guadalajara, Jal., 5 de julio.
La Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) anunció que al menos 170 pescadores y restauranteros de San Pedro Valencia, delegación del municipio de Acatlán de Juárez, recibirán dos salarios mínimos diarios de apoyo ante el cerco sanitario y la veda que existe en torno a la presa El Hurtado.
Los recursos saldrán de una partida inicial que ofreció el gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz por tres millones de pesos, mientras se trata de gestionar más fondos del gobierno federal, para compensar la paralización de actividades y de ingresos económicos para esos trabajadores, a raíz de un derrame de melaza que a principios de esta semana provocó la muerte de 500 toneladas de peces.
Los recursos serán repartidos entre los 31 pescadores de la cooperativa Pinos de Hurtado y de 140 personas que dependen directamente de los 18 restaurantes alrededor de la presa El Hurtado, sitio turístico muy concurrido por su cercanía de apenas 45 kilómetros al suroeste de Guadalajara.
La Seder anunció que esas personas perdieron su fuente de trabajo tras el derrame de melaza, ocurrido desde un predio donde se almacenaba este residuo en el vecino municipio de Tlajomulco, cuyo ayuntamiento anunció que también apoyará a los afectados e investigará si existió omisión de los funcionarios municipales encargados de inspección y vigilancia.
La dinámica para recibir los apoyos será en el mismo marco legal y de asistencia social que se estableció para los pescadores de Cajititlán (lago en el municipio de Tlajomulco afectado también por la contaminación) y se anunció en días pasados: dos salarios mínimos diarios y supervisión para garantizar que la ayuda llegue a los afectados durante el tiempo que dure la crisis
, informó la dependencia estatal.
Con el apoyo de pescadores de otros municipios y elementos de Protección Civil, desde el martes brigadas forestales limpian la presa de decenas de miles de peces muertos que junto a las nauseabundas aguas estancadas se han convertido en un foco de infección que ya afectó a 26 personas.