ás que los vampiros lánguidos, el zombi se ha vuelto el monstruo preferido del nuevo milenio, haciéndose presente no sólo en películas, sino en programas televisivos, videojuegos, novelas, tiras cómicas, etcétera. De alguna forma, su amenaza masiva –sin personalidad y sin otra actividad que la unívoca vocación de morder, devorar e infectar a los seres humanos– ha convertido al zombi en el monstruo perfecto para nuestro tiempo.
Guerra mundial Z, de Marc Forster, es la versión extrema de ese planteamiento. Como en Day of the Dead (1985), del visionario George A Romero, los zombis se han adueñado de la situación en todo el mundo. La película abre con escenas de pánico en las calles de Filadelfia pues ha ocurrido un feroz ataque zombi sin mayor antelación. (No son de la especie que camina arrastrando los pies, sino corren hechos la mocha.) En huída familiar, el empleado de la ONU Gerry Lane (Brad Pitt) deberá asegurar ante todo el bienestar de su esposa (Mireille Enos) y sus dos pequeñas hijas. En un rescate de último minuto, un helicóptero militar recoge a los Lane para llevarlos a la relativa seguridad de un portaviones, poblado de lo que queda del alto mando gringo. A Gerry se le plantea un ultimátum: debe encargarse de la misión de encontrar el origen de la plaga, o él y su familia serán devueltos a Filadelfia.
Basada libremente en la novela de Max Brooks (hijo de Mel), una historia oral
del desastre en que el origen se rastrea a China (obviamente los productores no iban a arriesgarse a ofender a un mercado tan importante como el chino y eso también se ha modificado), Guerra mundial Z se reportó como un proyecto plagado de problemas de producción, rescrituras del guión y secuencias –como la climática– vueltas a filmar. Sorprende entonces que Forster –responsable de la fallidísima Quantum (2008)– haya conseguido un entretenimiento coherente, que no denota el trabajo de parchado.
Ayuda que la película sigue una línea narrativa itinerante. En su búsqueda del paciente cero y una posible cura a la pandemia, el protagonista deberá viajar a puntos tan distantes como Corea del Sur, Israel y Gales. Cada uno de esos escenarios servirá para un enfoque diferente de la amenaza, siendo el más espectacular el situado en Israel, donde se han construido altos muros para mantener fuera a los muertos vivientes. La imagen de éstos escalando las paredes como si fuera una marabunta es una de las más memorables en la continua saga de los zombis.
En esa mezcla orgánica entre cine de desastres y de horror no hay lugar, sin embargo, para una variedad de héroes. Siendo que Mr. Pitt es uno de los productores, la película entera está puesta a su servicio para que se vea, no como un superhéroe, pero sí como un personaje eficaz, con más vidas que un gato. Ese protagonismo se acentúa con la ausencia de otros nombres conocidos en el reparto y la aparición breve de los personajes secundarios. Por ejemplo, la esposa de Gerry sólo está allí para poner cara de circunstancia y hacer llamadas inoportunas. Cobra un poco más de relevancia la valiente soldado israelí Segen (Daniella Kertesz), quien acompañará al héroe a la última escala del viaje, un aislado laboratorio en Gales, donde la acción cambia de ritmo y apuesta por el suspenso del enfrentamiento individual en largos y antisépticos pasillos.
Los fans de la obra de Romero y derivados que la acompañan podrán sentirse defraudados por la ausencia de violencia gore (tan evidente en la serie televisiva The Walking Dead), y de irónicos apuntes sociopolíticos (aunque en un momento se ve la explosión de una bomba atómica, esta no tiene consecuencias en la narrativa). Pero como estreno veraniego, Guerra mundial Z basta para saciar el hambre por zombis, por el momento.
(Por cierto, no se molesten en ver la versión 3D, una conversión por la que el fotógrafo original Robert Richardson pidió se quitara su crédito. Quédense con las modestas dos dimensiones.)
Guerra mundial Z
(World War Z)
D: Marc Forster/ G: Matthew Michael Carnahan, Drew Goddard, Damon Lindelof basado en un argumento de Carnahan y J: Michael Straczynski, basado a su vez en la novela de Max Brooks/ F. en C: Ben Seresin/ M: Marco Beltrami/ Ed: Roger Barton, Matt Chesse/ Con: Brad Pitt, Mireille Enos, Daniella Kertesz, James Badge Dale, Ludi Boeken/ P: Plan B Entertainment, Apparatus Productions, GK Films, Hemisphere Media Capital, Latina Pictures, Paramount Pictures, Skydance Productions. EU, 2013.
Twitter: @walyder
