Ayer se realizó un encuentro para conmemorar los 50 años de la edición original de la novela emblemática de Elena Garro, Los recuerdos del porvenir, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, con la participación de escritores quienes resaltaron el valor literario de esta obra, que llega a la efeméride sin ser reconocida aún en toda su importancia.

Durante su intervención, la moderadora Patricia Rosas Lopátegui pidió un aplauso para Helena Paz (hija de la escritora y del premio Nobel Octavio Paz). En ese momento, su acompañante Jesús Garro Velázquez le gritó a la ponente usted la está robando, es una ratera. Ante el pedido de guardar silencio de los organizadores, el sobrino de la escritora se atuvo a la solicitud.

Una vez restablecido el orden, los escritores Héctor Orestes Aguilar, Hernán Lara Zavala, Ana García Bergua, Silvia Molina, el editor Joaquín Díez-Canedo, y el periodista Carlos Landeros, ofrecieron los elementos que hacen de esta narración, ganadora en 1963 del Premio Xavier Villaurrutia, una de las principales obras del siglo XX.

Los ponentes coincidieron en exaltar la aportación que esta novela dio a la literatura del siglo XX, pero eludieron referirse a su papel como precursora del realismo mágico, uno de los tópicos alrededor de los que se ha debatido el texto de Garro en años recientes.

Díez-Canedo habló de la publicación de esta obra notabilísima en la editorial Joaquín Mortiz y en el Fondo de Cultura Económica, y de su interés personal por mantener al alcance de los lectores esta novela, que conserva toda su originalidad, todo su poder narrativo. Sin ser artificiosa, rebuscada o pretender grandes innovaciones en la estructura; es una novela muy fina en términos de prosa.

Por su parte, Silvia Molina ofreció un profundo análisis de la historia, se adentró en los vericuetos de la novela, los personajes y la magia que contiene, su lenguaje.

Helena Paz Garro, quien contó a la prensa que escribe el segundo volumen de su autobiografíaFoto Reyes Martínez Torrijos

“Los recuerdos del porvenir, título de una pulquería, con murales pintados por Diego Rivera, me parece la mejor novela escrita por una mujer en el siglo XX... Me refiero a la osadía de la historia, a la resolución de la estructura, a su argumento, a las múltiples historias que nos cuenta la escritora”.

En su intervención, Lara Zavala refirió de Los recuerdos del porvenir que trata de la búsqueda de la desgracia... pero lo más interesante es que la mayor parte de los personajes, tanto masculinos como femeninos, son sicológicamente impenetrables.

Héctor Orestes Aguilar, en su turno señaló que no hay una mujer entre los escritores más reconocidos por una visión machista en la literatura mexicana y que Elena Garro es autora de una novela de ideas como pocas se han dado en el pasado, y de las cuales no existe en el actual panorama de las letras. Y llamó por su rehabilitación.

Terminada la mesa redonda, los organizadores permitieron a los medios presentes acercarse a Helena Paz, quien afirmó que se encuentra en una situación económica muy difícil y que continúa en litigio con Marie-Jo Paz, viuda del premio Nobel, por los derechos sobre algunas obras de su padre; además, afirmó que en la actualidad escribe el segundo volumen de su autobiografía; habló también sobre la próxima intervención quirúrgica que recibirá.

Ahí, Jesús Garro detalló las afirmaciones de su prima, quien sufrió un infarto cerebral hace cuatro años y vive en una casa de reposo en Morelos. Stasia de la Garza, coordinadora Nacional de Literatura, detuvo las preguntas para conducir a Helena Paz hacia el exterior del recinto, donde tuvo que finalizar la charla con la prensa.