El bronce conquistado por Damián Villa (en la categoría de menos 58 kilogramos), en el Campeonato Mundial de Taekwondo de Puebla, es sin duda una muestra de que el competidor está para cosas mejores, ya que si bien ahora la presión de su público pudo jugar un poco en contra, supo salir airoso en el momento en que más lo necesitaba, estimó el ex entrenador nacional de la especialidad José Luis Onofre, quien no duda en que en casa puede superar su actuación en el extranjero.

Conocedor de los seleccionados nacionales que participan en el certamen del orbe, el preparador consideró que Villa pudo haber cometido algunos descuidos durante los combates, especialmente frente a uno de los más fuertes oponentes de su división, el coreano Tae Moon Cha. Sin embargo, su temperamento y habilidades fueron suficientes para no dejar escapar el tercer lugar.

Luego de apuntar que la medalla de Villa lo deja muy contento, expuso que el taekwondoísta deberá tener más cuidado para no ser amonestado tantas veces, además de que podría buscar acumular mayor diferencia de puntos, para luego no verse tan presionado en los momentos finales.

No obstante, dijo que la reacción del poblano es de llamar la atención, porque se creció justo en el momento en que más lo necesitaba, algo que sólo hacen los mejores en cada deporte.

Onofre consideró que tener este certamen en el país podría lograr que se obtuviera el mejor resultado de la historia, ya que si bien en algunas competencias se han conquistado hasta cuatro preseas mundiales, fue en China en 2007 cuando se ganaron tres, entre ellas la de oro con María Espinoza, la plata con Guillermo Pérez y el bronce con Rodolfo Osornio.

El Mundial de Corea 2011, del que la delegación nacional regresó sin metales, debe convertirse en acicate para que ahora los competidores busquen reafirmar el nombre del taekwondo mexicano en el mundo, por lo que insistió: “No me parecería nada extraño ni complicado que mejoren los resultados.

Agregó que estar en México presiona a los jueces al momento de tomar decisiones por las muestras de apoyo en favor de los nacionales que afectan a los rivales –como ocurre en cualquier parte del mundo–, además de la calidad que deben poner en el certamen para salir con la frente en alto.

Sin olvidar que tener entrenadores extranjeros debe ser garantía para superar las expectativas sobre este equipo, porque los conocimientos que les trasmiten están a la altura de los mejores exponentes mundiales, puntualizó.