Sábado 20 de julio de 2013, p. 3
Las zonas limítrofes de Michoacán con Guerrero y Jalisco se han convertido en áreas de disputa entre las organizaciones de los Caballeros templarios, Jalisco Nueva Generación y miembros de Los Zetas, señalaron funcionarios del gabinete de seguridad nacional, tras los acontecimientos registrados en comunidades guerrerenses como San Miguel Totolapan,
Las fuentes indicaron que al igual que los municipios de Arcelia y Ajuchitlán del Progreso, la disputa por los territorios en los cuales se pueden desarrollar cultivos de mariguana y amapola ha afectado a los habitantes de San Miguel Totolapan, los cuales en días pasados tuvieron que refugiarse en la iglesia de su comunidad debido a amenazas de grupos del crimen organizado, y los enfrentamientos entre bandas criminales.
Los cárteles también han establecido laboratorios de drogas sintéticas en los límites del estado de México, Guerrero y Michoacán, en municipios como Tejupilco, Teloloapan y Coyuca de Catalán, luego de que la producción se de drogas de diseño se ha visto impactadas en Jalisco y Michoacán, en zonas como Tlajomulco de Zúñiga, Uruapan y Apatzingán
En esas zonas han aparecido grupos, como Guerreros Unidos, que trabajan para los hermanos Beltrán Leyva, los cuales desde hace dos años unieron fuerzas para luchar contra organizaciones rivales como el cártel Jalisco Nueva Generación, que ha sido identificado por el gobierno mexicano como una organización que depende del cártel de Sinaloa, y trabaja a las órdenes de Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
Otras zonas impactadas por la violencia han sido los municipios michoacanos de Huetamo, Zitácuaro y Susupuato. En Guerrero: Coyuca de Catalán, Ajuchitlán, Taxco y las comunidades de Acapetlahuaya, Ciudad Altamirano y La Conchita, indicaron las fuentes consultadas.