México presenta el mayor declive en la producción de petróleo crudo entre los siete países productores de América Latina y el Caribe, con caídas anuales de entre 4 y 5 por ciento, contra 3 por ciento que muestran Venezuela y Argentina, como el 2 por ciento correspondiente a Ecuador.

Con tal descenso, a mediano plazo puede ponerse en riesgo la seguridad energética, el desarrollo (energético) sostenible, el financiamiento y el sustento fiscal, advirtió la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en un estudio sobre la renta de recursos no renovables.

La caída es mayor en el caso de las reservas petroleras, ya que aunque el organismo indica que salvo Venezuela, Brasil y Perú existe una tendencia a la baja en la región, el caso más evidente es el de México, que después de contar con reservas cercanas a 60 mil millones de barriles de petróleo en 1995 llegaron a sólo 15 mil millones de barriles en 2010, una disminución de 75 por ciento en el periodo o de 9 por ciento por año.

Aun así México se mantiene como el principal productor de petróleo y gas de América Latina y el Caribe, con 3 millones de barriles de crudo y 5.5 mil millones de pies cúbicos por día de gas natural, seguido de Venezuela y Brasil en petróleo así como por Argentina y Trinidad y Tobago en gas natural.

Sólo en 2010 México produjo 30 por ciento del petróleo de la región y 22 por ciento del gas natural. Ese año exportó 48 por ciento de su producción de petróleo y 4 por ciento de gas natural, detalló la Cepal. Además posee la tercera reserva de petróleo más grande de la región, que asciende a 10.4 billones de barriles (sólo superado por Venezuela y Brasil).

Pese a lo anterior, la Cepal insistió en que México fue el país con mayor actividad en la industria petrolera y a la vez con la mayor tasa de declive.

De 2006 a 2010, periodo del gobierno del ex presidente Felipe Calderón, el declive interanual en la producción petrolera fue de entre 4 y 5 por ciento, sentenció.

Parece que no fue suficiente que el aumento de precios (del petróleo a nivel mundial) y la mayor actividad de perforación en México, Venezuela y Ecuador se sobreponga a la producción declinante de los campos maduros, advirtió. Incluso consideró que debe analizarse si el problema puede atribuirse a la falta de inversión público-privada en infraestructura y en actividades de exploración, mantenimiento y desarrollo de campos.

En el caso del gas natural la producción interanual mexicana se incrementó 4 por ciento, lo que en general ocurrió en toda la región en diferentes porcentajes.

Es México, campos como Cantarell, Alambra y Arenadia en el campo de Burgos contribuyeron con más de 25 por ciento de la producción, en un escenario de recuperación de precios y con cerca de 18 torres de perforación en 2010, según el estudio.

Dependencia fiscal

Entre los siete países latinoamericanos que más petróleo producen, la Cepal destacó que México es el segundo con mayor dependencia fiscal de sus hidrocarburos, pues representaron en promedio 31.7 por ciento del total de sus ingresos tributarios durante las últimas dos décadas, aunque subió hasta 35.8 por ciento en 2009.

El 31.7 por ciento que Pemex aporta al fisco es similar al observado en Noruega, potencia petrolera mundial, pero resultó 3.7 veces mayor respecto al 8.7 por ciento que los hidrocarburos aportaron a la hacienda pública de Brasil entre 1990 y 2010; 2.8 veces más al 11 por ciento de Colombia y hasta nueve veces en comparación con el 3.2 por ciento de Perú. Sólo Venezuela se ubicó por encima de México, ya que 52.5 por ciento del total de sus ingresos fiscales provinieron del petróleo.

Si bien indicó que con la reforma de 2008 se logró que Pemex dejara de entregar al fisco 60.8 por ciento de sus ingresos, la Cepal aseveró que ello ha provocado que la paraestatal tenga pérdidas y sus pasivos superen a sus activos, a tal punto que ha llegado a pagar más impuestos que antes de la reforma. Ejemplificó que en el primer cuatrimestre de 2008 Pemex pagó impuestos por 93 por ciento de sus ingresos brutos, cuando un año antes sólo erogó 68 por ciento.

Pese a las modificaciones al régimen fiscal, la Secretaría de Hacienda informó que los ingresos petroleros que le corresponden a Pemex disminuyeron con el nuevo régimen fiscal, situación que a criterio de algunos ha asfixiado sus posibilidades de operar de acuerdo con criterios de rentabilidad y para crecer de manera orgánica, destacó.

La Cepal agregó que de 2004 a 2009 en la mayoría de las naciones analizadas aumentó la dependencia fiscal de los recursos petroleros. En México la aportación fiscal de los hidrocarburos subió hasta 35.8 por ciento, en Colombia llegó a 14.2 por ciento y en Brasil a 9 por ciento, mientras en Bolivia pasó de 11.5 a 27.4 por ciento, es decir más del doble, lo cual se atribuye al cambio del régimen tributario. En contraste, tal dependencia se mantuvo casi igual en Ecuador y Perú, mientras en Venezuela bajó a 44.9 por ciento, según las estadísticas del organismo regional.