Los comerciales de cereales insisten en mostrar un tipo de familia: papá, mamá, hijo, hija. Pero hay otras estructuras, configuraciones que han existido desde siempre y que ahora son más visibles: dos papás, dos mamás, a veces uno de ellos ausente porque se fue buscando trabajo o porque murió... Estas configuraciones son narradas por Alfonso Ochoa en el libro Esta familia que ves, ilustrada por Valeria Gallo, cuyo trabajo la ha convertido en una de las mejores ilustradoras del país.

Algunos de estos textos son tristes, otros graciosos, pero todos llevan a la reflexión. A veces basta ver los personajes creados por Valeria, de ojos tristes pero con una sonrisa, para saber que la historia va a dejar algo a quien lo lea, sea niño o adulto. Sí, es un libro para niños, que muchas veces entienden mejor que los adultos estas formas de hacer una familia no típica, sabes que lo que las conforma no son las partes de la estructura sino los lazos que los unen, dicen los autores en entrevista.

Retratar belleza donde no la hay

Para Esta familia que ves, publicado por la editorial SM, “no hubo un momento de revelación donde hayamos dicho ‘hay que hacer este libro’. Creo que es un tema que nos es muy cercano porque justo conformamos una familia no típica. Cuando era niño por todos lados veía la familia conformada por papá, mamá, hijo e hija: en las instituciones, los libros de texto, los comerciales de cereal, la Iglesia, todos decían ‘esta es la familia’. Cuando mi familia dejó de tener esa estructura sentía incluso hasta culpa, no es que este libro sea una respuesta directa a eso pero tiene esa influencia”, dice Alfonso Ochoa.

Y agrega: “Me gustaría decirle a Patricio, mi hijo, que ‘hay otros tipos de familia’ y lo que las conforma son los lazos que hay entre ellas y no su estructura. Es un poco como decir: en una persona lo que importa no es su apariencia física, sino el alma.

“El libro sí dice eso, que hay muchas estructuras, muchas formas de familia, lo que importa es el alma que constituye esas familias. No tiene la intención de catecismo de decir ‘¡niño, estas son las familias, hay distintas familias, esa familia está más jodida que la tuya, también es una familia!’ La intención es decir que las familias son personas juntas”.

Personas que se quieren, tercia Valeria, y a quienes unen diferentes emociones: tristeza, alegría.

Como somos padres es importante que los chavitos sepan que existen la tristeza, el enojo y reconozcan esas emociones, y que está bien. Que son las circunstancias reales, verdaderas. Si tu papá se fue o tu mamá murió son cosas reales que no están ni bien ni mal, expresa Valeria Gallo.

Simplemente “es la situación de cada niño. Sí creo que la literatura infantil tiene que reflejar eso, creo que este libro lo hace, con sentido del humor, algunos textos son como chacoteros y de repente sigue uno muy triste.

“Creo que así es la vida y así debería de verla un chavito. Hay tristezas, alegrías, momentos divertidos, otro muy aburridos, hay tragedias, cosas padres.

De eso está llena la vida y sí debería reflejar la literatura infantil la realidad, a lo mejor no crudamente, con cuidado, pero sí debe de ser algo muy verdadero, muy cierto, puntualiza la ilustradora.

Por ejemplo, agrega Alfonso Ochoa, “entramos a una juguetería y escuchamos que las canciones de fondo son en diminutivo, canciones optimistas y en diminutivos, lo que pienso es que quien compone y canta esas canciones no tiene hijos porque los niños no piensan así.

Los niños de esta generación no piensan así, preguntan por qué se murió si alguien falleció. No creo que tengamos que hacer apologías de estos tiempos violentos, pero sí que sus intereses son mucho más cercanos a este libro que a esas canciones, sus preguntas tienen que ver realmente si ven caminar a dos señoras que son pareja que pregunten cuál es la relación entre ellas en lugar de evadir temas.

Dice Valeria Gallo: “A veces subestimamos mucho a los niños, ellos ya regresan cuando apenas vamos. Nosotros tenemos amigos gays, parejas y nuestro hijo (Patricio), él lo sabe y no tiene problema. Pero hay muchos chavitos a quienes les esconden esa información.

“Escribir ese libro –explica Valeria Gallo– no es adelantar a los niños a ningún estado, es tratar de adelantar a los papás, es responder al estado en que se encuentran los niños, a lo que hablan, preguntan, la realidad que viven.

“Creo que el libro es muy autobiográfico, aunque no somos todas esas familias, pero sí somos una más de esos núcleos, Pato (Patricio) lo sabe, se lo cuenta a los amigos y levanta la mano en clase y dice: ‘yo nací del espermatozoide de otro papá, pero Alfonso es mi papá porque él me cuida y me quiere’.

“Creo que no habríamos podido hacer este libro si no fuéramos padres. Son todas las circunstancias que nos han rodeado, los amigos de los niños, los chavitos que conviven con Pato es como lo que nos ha llenado para hacerlo”.

Esta familia que ves es el segundo libro en el que trabajan juntos (el primero fue El lugar perfecto para las aves).

“Hay una cosa que me gusta mucho de lo que hace Vale: retrata belleza donde no la hay.

“Cuando pensé en este libro dije: ‘es para que lo ilustre ella. Así que me tocó escribir para encontrar esas atmósferas entre cierto humor y melancolía. Quería escribir sobre familias que tuvieran una sonrisa y ojos tristes. Creo que ese era el reto, creo que es una mezcla de lo que han dicho quienes lo han leído, una combinación de felicidad y tristeza. Así ilustra Vale y así quería escribir”.

Esta familia que ves será presentado hoy a las 18:30 horas en la librería Rosario Castellanos (Tamaulipas 202, colonia Condesa). Además de los autores, participan Toño Malpica, Enrique Torralba y Federico Ponce de León, y se expondrán las cajas de las ilustraciones que se ven en el libro.