Condición del edil Valencia para despachar ahí
Miércoles 31 de julio de 2013, p. 11
Morelia, Mich., 30 de julio.
El presidente municipal de Tepalcatepec, Guillermo Valencia Reyes, designará a un militar en la titularidad de la dirección de seguridad pública y 30 integrantes del grupo de autodefensa serán incorporados a la policía municipal, para poder retornar a la alcaldía que por amenazas dejó hace tres meses.
Valencia, quien despacha en Morelia, sostuvo reuniones con un militar retirado y espera que en los próximos días pueda retornar a la alcaldía, aunque hace apenas unas semanas los integrantes del cabildo demandaron al Congreso local que sea remplazado porque su ausencia no está justificada.
Por su parte, el gobierno del estado analiza la posibilidad de incrementar de 30 a 60 los policías municipales, una vez que la corporación que ahí operaba fue desconocida y remplazada por la policía comunitaria.
Un caso similar es el de Buenavista Tomatlán, donde grupos de autodefensa no han permitido el retorno del alcalde Luis Torres Chávez; no obstante, en la tenencia conocida como La Ruana, de este municipio, aunque continúa vigente el grupo de autodefensa, retiraron las armas y los bloqueos.
En tanto, en Aguililla, hace dos semanas el edil Jesús Cruz Valencia abandonó la alcaldía junto con el cabildo y algunos funcionarios porque, dijo, estaba siendo presionado por la policía comunitaria. Mientras en Chinicuila y Tepalcatepec continúan armados los grupos de autodefensa, pero con el aval de los ediles.
En Aquila, hace apenas unos días grupos indígenas tomaron la dirección de seguridad pública y se apoderaron de las tareas de seguridad del municipio. El gobierno del estado asegura que no se trata de una ronda comunitaria, sino de un grupo de pobladores que están en pugna con sus compañeros por la distribución de las regalías que entrega la empresa Ternium por la extracción de hierro. Las guardias comunitarias surgieron porque los habitantes estaban cansados de las extorsiones, cobro de cuotas y secuestros del grupo de Los caballeros templarios, que ha mantenido bajo control toda esa región del valle de Apatzingán y de la Sierra Occidente.
Las rondas comunitarias cuentan con el reconocimiento de autoridades estatales, pues se trata de una práctica ancestral.