La mayoría de los homicidios afectaron a esos grupos civiles, afirma
Jueves 1º de agosto de 2013, p. 10
El aumento de los homicidios durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa obedece a una mala estrategia de combate a los grupos de la delincuencia organizada, mediante la cual se privilegió el uso de la fuerza por encima de la inteligencia, y cuyas principales víctimas no fueron los criminales, sino los miembros de los grupos vulnerables, señalaron activistas de organizaciones sociales.
Carlos Cruz, director de la asociación Cauce Ciudadano, afirmó que la guerra
contra el crimen lanzada por el anterior presidente generó que diversas porciones del territorio nacional estuvieran fuera del control del Estado y por lo tanto en ellas fuera cada vez más común la incidencia no sólo de homicidios, sino también de secuestros, extorsiones y desapariciones.
En medio de esta ola de inseguridad, afirmó el especialista, 60 por ciento de las víctimas fueron jóvenes, pero también fueron ellos quienes más se vieron involucrados como mano de obra de los grupos de delincuentes –muchas veces por un sueldo bajo–, como resultado directo de la falta de oportunidades de estudio y trabajo.
El aumento de los homicidios tiene que ver con el deterioro del tejido social, pero también con el hecho de que el gobierno anterior sólo quiso demostrar su fuerza, pero sin hacer uso de la inteligencia o la contrainteligencia
, indicó Cruz, quien llamó a poner en marcha un esquema de prevención terciaria para desmovilizar poco a poco a quienes ya son miembros del crimen organizado.
Por su parte, Julio Mata, director de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México, consideró que el aumento de los asesinatos durante el gobierno de Calderón obedeció a que la guerra
contra el narco en realidad estuvo dirigida contra todo el pueblo, en particular dirigida a los sectores organizados e inconformes.