El cantautor tamaulipeco entregó las cintas a Pepe Návar con la idea de hacer un álbum
Son 57 canciones, 19 desconocidas, dice el periodista, quien gestiona el trabajo con la hermana del músico
Viernes 2 de agosto de 2013, p. 9
El próximo 19 de septiembre se conmemorará el 28 aniversario luctuoso de Rockdrigo, el compositor tamaulipeco que falleció en el fatídico sismo de 1985. Se sabía que había grabado unas cintas que entregó al periodista Pepe Návar, quien en ese tiempo era el jefe de prensa de Discos WEA (hoy Warner Music), con la intención de que se grabara un álbum en ese sello.
Al morir el músico, Návar guardó celosamente esos casetes, porque esperó la posibilidad de grabarlos posteriormente, sólo que esa opción al paso del tiempo la vio poco viable. Ahora, a casi tres décadas, tiene la intención de que se conozca ese material y se editen nuevos discos de Rockdrigo.
El 28 de junio Návar se reunió con la hermana de Rockdrigo, Genoveva González Guzmán, quien tiene registrada las canciones de su hermano. En la mesa también estuvieron presentes Rodrigo de Oyarzabal, Jorge Pantoja, Javier Hernández Chelico.
Pepe explicó a Genoveva parte de los pasos que se podrían seguir para dar a conocer este material, el cual ya está digitalizado tal como lo grabó Rockdrigo, sin procesar. Esto permitiría que con una buena masterización se elevara la calidad de sonido, entre muchas otras opciones de regrabación.
Este material es un documento histórico, las cintas de Návar contienen 57 canciones (incluyendo un par de actuaciones en directo). Hay 19 rolas que no se conocen
, comentó Pepe, quien también aclaró que esas rolas y las regalías que se generen quiere destinarlas a la hija de Rockdrigo González, Amanda Lalena, Amandititita.
Dos conciertos
Návar grabó dos conciertos de Rockdrigo con una pequeña grabadora de mano, uno fue en el Museo Universitario del Chopo y el otro en el Teatro Helénico, en el que cantó con Jaime López el tema El rock del difunto, en el que Alain Derbez hace coros.
Návar relató que Rockdrigo le entregó ese material porque había la posibilidad de que grabara con WEA un par de discos, sólo que el músico falleció y ya no se llegó a un acuerdo.
Návar salió de la disquera, masterizó el trabajo con Francisco Miranda y archivó las cintas. Ahora hizo ya el otro proceso: digitalizar esas canciones, explicó. Estuvieron guardadas 28 años. Encontré las cintas, se las llevé a Miranda, de Estudio 19, porque él era quien las había masterizado, además he trabajado con él desde que estaba en Polygram; es un ingeniero de sonido. Ignoraba en qué estado estaban las cintas. Adrián Botello fue una especie de curador para pasar todo a digital, no se procesó; se salvó todo tal como lo hizo Rockdrigo. Hay 57 canciones que están en las cintas, el material nuevo y el inédito que yo grabé con una Sanyo
.
Respecto del material en vivo que grabó, puntualizó que el del Teatro Helénico es el de la época en que tocó Chac Mool, Mistus, Guillermo Briseño, Rockdrigo y Jaime López. Yo grabé el concierto de Jaime y de Rockdrigo, que está impecable. Todo está salvado digitalmente; se puede mejorar en el estudio
.
Návar mencionó que su primera idea para editar este trabajo era que el Colectivo Rupestre organizara conciertos y con lo que se generara se pagara la producción
.
Otra opción que vio más viable es que Sony Music se interesara en editar no sólo un disco, sino una caja en la que se pudiera mostrar un trabajo más completo; es decir, algunos temas nuevos, incluir rolas en vivo y abrir la posibilidad de incluir un devedé. De hecho, manifestó en la mesa su deseo por que sea El Angelito Editor el que se encargue del arte del disco, que es el mejor en México
.
La hermana de Rockdrigo pidió tiempo para analizar todo lo que se platicó, pues no le quedaban claros muchos términos, intenciones y formas para llegar en ese momento a acuerdos. Incluso, le recordó a Návar que hace más de siete años él quedó en comunicarse con ella, y ahora, 20 años después, le tomaba por sorpresa el acercamiento.
Seguir difundiendo la obra, el propósito
Genoveva aceptó tener más pláticas con Návar para aclarar los objetivos que se persiguen, la forma en que se podría difundir este trabajo y qué tipo de negociaciones se podrían hacer. El punto de partida fue coincidente, no sólo entre Pepe y Genoveva, sino entre los demás que presenciamos la plática: seguir difundiendo la obra de Rockdrigo.
Rodrigo de Oyarzabal señaló: Siempre se ha esperado este momento, para mí lo importante es que su obra sea conocida
.
Návar mostró el material en un cedé, en el que se incluyen fragmentos de 30 segundos o poco más de cada uno de los 18 temas que llevó. El disco abre con una introducción que hizo Rockdrigo a los demos; es una rareza. Después se escucha al músico declamando el tema Puertas deformes. Le sigue el corte en vivo que reúne a Jaime López y Rockdrigo.
Las rolas son: Introducción demos, Puertas deformes, Millonario, El rock del difunto, La televisión, Bella Esmeralda, Mira donde fuiste a caer, Señor Gasolinero, Esperar otra vez, Belleza interior, Conjugando dados, Buda técnico, El buen chico, Piojos, Un desvarío (imágenes), El campeón olímpico de la muerte, Oh, nena qué te paso y Mientras salga el sol en el valle de los yaquis.
Se pudo escuchar cada rola. Fue un placer oír y sentir a Rockdrigo, tan presente con su idea musical y sus letras luminosas. Piojos es una celebración al humor, El rock del difunto un madrazo al corazón.