Enfurece al gobierno de Washington el asilo otorgado a Snowden
Analizan cancelar la cumbre Obama-Putin programada para septiembre
Viernes 2 de agosto de 2013, p. 3
Nueva York, 1o. de agosto.
El gobierno de Barack Obama y la cúpula política estadunidense expresaron su furia contra la decisión de la administración rusa de otorgar asilo político por un año al ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden, el hombre más buscado por Washington en el mundo, y advirtieron que habrá repercusiones
en la relación bilateral.
Estamos extremadamente desilusionados porque la Federación Rusa tomara este paso a pesar de nuestras solicitudes muy claras y legales, en público y en privado, de deportar al señor Snowden a Estados Unidos para enfrentar los cargos en su contra
, declaró hoy a los medios Jay Carney, vocero de la Casa Blanca.
La decisión de Moscú, afirmó, mina una larga historia de cooperación en seguridad pública
, y advirtió que se está analizando cancelar la cumbre presidencial entre Obama y Vladimir Putin programada para septiembre en Rusia.
De nuevo formuló la posición de su gobierno de que Snowden no es un denunciante
ni un disidente
, sino alguien acusado de violar leyes y que se había ofrecido más que suficiente justificación legal a Moscú para lograr su extradición a Estados Unidos.
Peticiones infructuosas
A lo largo de julio, en que el fugitivo estuvo en un aeropuerto de Moscú, Obama habló por teléfono directamente con Putin sobre Snowden, y el secretario de Estado, John Kerry, y el procurador general, Eric Holder, hicieron lo mismo con altos funcionarios del gobierno ruso.
Holder hasta envió una carta oficial afirmando que Snowden no enfrentaría la pena de muerte ni sería torturado –ya que eso es ilegal bajo la ley estadunidense
– para convencer a sus contrapartes de entregar al fugitivo, acusado de violar la Ley de Espionaje y otros delitos.
Así, después de semanas en que Washington intentó varias tácticas para persuadir a Moscú de entregar a Snowden –desde una combinación de amenazas explícitas y sutiles sobre las consecuencias para las relaciones bilaterales, acompañadas de intentos de tratar el asunto casi entre cuates
, seguido por críticas a la política de libertad de expresión y más, la disputa acabó, por ahora como una derrota de la diplomacia del gobierno de Obama.
Influyentes legisladores reiteraron sus amenazas contra Rusia, como lo han hecho contra cualquier país que se atreviera a ofrecer refugio a Snowden –entre ellos Venezuela, Ecuador y Nicaragua–, de que se promoverán represalias
y habrá consecuencias
por no atender las solicitudes de Washington.
El legislador Robert Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, reprobó la decisión de Moscú y sostuvo que Rusia debe regresar a Snowden a enfrentar un juicio en casa
. Más aún, con el mismo vocabulario que se ha empleado en perseguir a todos los que se han atrevido a filtrar información secreta al público en años recientes, afirmó que Snowden potencialmente puede hacer grave daño a los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos y la información que está filtrando podría ayudar a terroristas y otros alrededor del mundo que desean hacer daño real a nuestro país
.
Su contraparte republicana, el senador John McCain y su colega Lindsey Graham, calificaron la acción, en un comunicado conjunto, de una desgracia y un esfuerzo deliberado para avergonzar a Estados Unidos
, y llamaron a hacer una revaluación de la relación bilateral con Rusia, ya que no podemos permitir que la acción de Putin permanezca sin repercusiones serias
. Sus sugerencias incluyeron ampliar los programas militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, redoblar las críticas a violaciones de derechos humanos en Rusia y apoyar las voces de disidentes en ese país.
Consideraron que esta decisión es una bofetada a la cara de todos los estadunidenses
(aunque los ciudadanos de este país con los que habló La Jornada hoy no confirmaron eso).
La retórica fue a veces semi shakesperiana: Rusia nos ha apuñalado por la espalda y cada día que el señor Snowden le es permitido pasear libremente es remover la herida
, declaró el senador demócrata Chuck Schumer. Indicó que Obama debería sugerir el cambio de sede de la próxima cumbre del Grupo de los 20, programada para septiembre en Rusia.
Aun antes de la decisión de Moscú, varios legisladores habían lanzado todo tipo de amenazas, incluyendo un boicot a los Juegos Olímpicos de Invierno programadas en Sochi, Rusia, el año entrante.
En tanto, fuentes oficiales anunciaron que las pláticas de alto nivel programadas para la próxima semana entre el secretario de Estado, Kerry, y el secretario de Defensa, Chuck Hagel, con sus contrapartes rusas también están en duda como consecuencia de la decisión sobre Snowden, reportó la agencia Reuters.
Además, la Casa Blanca y las agencias de inteligencia han sido obligadas a continuar abordando el tema de la relación entre seguridad y derechos civiles que generó las filtraciones de Edward Snowden.
Este jueves, Obama se reunió con legisladores en la Casa Blanca para abordar ese tema, mientras altos funcionarios fueron sometidos a interrogatorios ante el Congreso y en foros públicos sobre los programas de vigilancia masiva revelados por el recién asilado en Moscú.
Ante preguntas sobre si Snowden es un denunciante o no, ya que este debate no estaría ocurriendo sin sus revelaciones, el vocero Jay Carney reiteró la posición oficial: nuestros servicios de inteligencia necesitan las herramientas a su disposición para proteger nuestro interés de seguridad nacional, para protegernos de ataques. Y creo que la mayoría de los estadunidenses estarían de acuerdo con esto
.
Aseguró que hay salvaguardas en estos programas, los cuales son supervisados por el Poder Legislativo y autorizados por el Judicial, para no abusar de la privacidad de los estadunidenses
.
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