Quito, 2 de agosto.

Una multitud consternada desfiló este viernes para dar su último adiós al futbolista ecuatoriano Christian Benítez, quien murió el pasado lunes a causa de una letal falla coronaria, según confirmó una nueva autopsia realizada a su llegada de Qatar.

Estaba destinado a morir y (la falla en la arteria) sólo podía detectarse después de muerto, con la autopsia, declaró Luis Chiriboga, presidente de la Federación Ecuatoriana de Futbol (FEF).

El atacante de 27 años falleció tras su debut con el club qatarí Al Jaish el pasado domingo.

Chucho, monarca con el América de México y tricampeón de goleo en forma consecutiva, se quejó de fuertes dolores abdominales y fue trasladado a un hospital donde falleció.

La familia sospechaba que el jugador no había recibido atención médica oportuna, pese a que el club qatarí informó que su deceso se produjo a causa de una insuficiencia cardiaca.

A su llegada a Ecuador la madrugada de este viernes, el cuerpo fue sometido a una nueva autopsia por exigencia de la familia. El resultado reveló que Benítez sufría un problema coronario que lo tenía “destinado a morir en un día más, dos, un mes... Conocemos el resultado y nos llena de tranquilidad, desgraciadamente nuestro Chucho tenía un problema en su arteria coronaria”, afirmó Chiriboga.

El médico de la selección ecuatoriana, Patricio Maldonado, detalló la causa del deceso: Fue una muerte natural, súbita de un largo periodo. Encontramos un edema agudo de pulmón, vinculado con una enfermedad del miocardio.

El avión privado, que realizó la ruta Doha-Lisboa-Quito, aterrizó con los restos del jugador a las dos de la madrugada, procedente de Doha, en el aeropuerto de Tababela, a 20 kilómetros de la capital.

Carros de bomberos lanzaron chorros de agua sobre la aeronave en señal de bienvenida, mientras afuera de la pista las personas, desafiando las bajas temperaturas, se agolparon para seguir de cerca el descenso del féretro.

“¡Chucho, siempre estarás en nuestros corazones!”, gritaban aficionados arropados con banderas de El Nacional, club quiteño en el que el goleador inició su carrera en 2004.

El ataúd con la bandera de Ecuador fue trasladado en una carroza fúnebre y escoltado por decenas de vehículos y policías motorizados.

Ha sido un dolor muy grande para nosotros que conocimos la humildad de Christian, su sencillez, dijo entre sollozos Brenda Benítez, tía del delantero.

Tras una larga espera, el féretro ingresó al coliseo Rumiñahui en hombros de Ermen Benítez, padre del jugador; su suegro, el ex seleccionado Cléver Chalá, y del atacante Carlos Tenorio, quien juega en el brasileño Vasco da Gama.

Miles de personas con fotografías del Chucho o llevando ramos de flores ingresaron en procesión al sitio donde fue instalada la capilla ardiente. El entierro esta previsto para este sábado en el camposanto Monteolivo.

El silencio de la procesión era interrumpido por el llanto esporádico de familiares y seguidores, muchos de ellos vestidos con la camiseta de la selección.

El volante Antonio Valencia, del Manchester United y cercano amigo de Benítez, con quien inició su carrera en El Nacional, se veía desconsolado frente al ataúd que dejaba ver el rostro de Benítez.

La esposa del jugador, Liseth Chalá, quien regresó con los restos desde Qatar, fue recibida por familiares, jugadores y autoridades, encabezadas por el canciller Ricardo Patiño.

La noche de este viernes estaba prevista la asistencia al velorio del presidente Rafael Correa. Unos mil 300 policías forman parte del operativo de seguridad dispuesto para las exequias del futbolista.

Me da mucha pena, él tenía todo un futuro por delante... Nunca dejó su humildad aunque tuvo mucha fama, comentó Marco Ureña, un joven de 15 años que viajó varias horas desde la Amazonia junto a tres amigos para mirar por unos segundos a Benítez.

Era la carta fuerte de Ecuador

Chucho jugó 58 veces con la selección ecuatoriana, marcó 24 goles y era una de las cartas fuertes del equipo para lograr un cupo en el Mundial de Brasil 2014.

En la ronda eliminatoria, que concede cuatro lugares directos para la Copa, Ecuador es tercero, detrás de Argentina y Colombia.

El delantero, de 1.70 metros de estatura conocido por su disciplina, alegría y talento, era considerado uno de los mayores ídolos del balompié ecuatoriano de la reciente década.

La FEF decidió archivar la camiseta número 11 de la selección en memoria del goleador, quien jugó con ese número durante gran parte de su carrera.