El director del diario se dice seguido y vigilado
; culpa al presidente Rajoy y al gabinete
Demanda al mandatario que desmonte el mecanismo policiaco
Pide el Partido Socialista en la cámara baja crear una comisión que investigue los pagos ilegales en el PP
Sábado 3 de agosto de 2013, p. 19
Madrid, 2 de agosto.
En estos momentos me siento controlado constantemente y bajo amenaza mi libertad de informar
, afirmó el director del periódico español El Mundo, Pedro J. Ramírez, al denunciar que es seguido y vigilado
, y responsabilizó de esa situación al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, y a su gabinete.
El periodista relacionó el acoso policial, cuando sale a la calle y habla con otras personas, con las publicaciones del rotativo sobre el caso de corrupción en el gobernante Partido Popular (PP) y los detalles que ha revelado su ex tesorero, Luis Bárcenas, actualmente preso en la cárcel de alta seguridad de Soto del Real.
Ese periódico fue el primero en publicar las informaciones que desataron la tormenta política y judicial que tiene actualmente acorralado al gobierno español. Primero reveló que en el PP se han pagado durante décadas sobresueldos ilegales, en sobres cerrados con billetes de 500 euros, que beneficiaban a los principales dirigentes del partido.
Después, cuando Bárcenas ya se encontraba detenido y en el ojo del huracán por el escándalo de corrupción, el director del periódico se reunió con el ex tesorero y difundió una amplia entrevista en la que dio más detalles sobre los métodos que utilizó el contador para administrar el partido en las pasadas dos décadas.
Los pagos ilegales
Entonces denunció de nuevo el pago de sobresueldos ilegales a líderes del partido y dio nombres, entre ellos el del presidente Rajoy, a quien además acusó de ser uno de los principales responsables de amparar y promover los mecanismos del financiamiento irregular y el pago de comisiones ilegales a cambio de contratos públicos.
Después de la entrevista publicó mensajes de SMS que habían intercambiado en años recientes el propio Rajoy y el ex tesorero encarcelado, en los que se puso de manifiesto el apoyo total que dio el mandatario español hasta hace sólo unos meses y cuando la policía ya le había formulado imputaciones.
Se conocían ya las cuentas de Bárcenas en Suiza, donde se sospecha que ocultó más de 50 millones de euros y se habían publicado numerosos indicios sobre su conducta delictiva. Así, la información del diario desmontó la versión oficial de que Rajoy había roto con Bárcenas desde hace años y puso de manifiesto su apoyo para presionar a la justicia en favor del ex tesorero.
Después de los mensajes, el diario divulgó los documentos originales de la contabilidad secreta del PP, donaciones ilegales, entregas de dinero en efectivo a los dirigentes nacionales y territoriales, entre otros detalles de los gastos de campaña. Quedó en evidencia que el PP había supuestamente violentado la ley electoral con esas entradas al margen de la norma en la materia.
En su comparecencia del jueves en el Parlamento sobre el caso Bárcenas, Rajoy lanzó un mensaje al rotativo sobre el origen del escándalo político: “Un delincuente le da una información a un periódico, en este caso, al diario El Mundo. Un periódico que manipula y tergiversa adecuadamente para generar una calumnia que a mediodía será amplificada por todos los telediarios”.
Tras esa declaración, el director del diario decidió pedir públicamente a Rajoy que haga el favor de desmontar el mecanismo de vigilancia y seguimiento policial que está organizado en torno a mi persona, a mi domicilio, a los restaurantes a los que acudo, que está limitando mi capacidad de movimientos y me hace sentir también limitado en el ejercicio de mi derecho a la información
.
Ramírez narró que al principio eran episodios que podían parecer casuales, pero luego se han ido concatenando sistemáticamente. No hay vez que entre a un restaurante y al cabo del tiempo no se siente enfrente un señor tratando de fotografiar a la persona que está conmigo o tratando de fotografiarme
.
En tanto, el opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE) pidió en la cámara baja la creación de una comisión legislativa que investigue el presunto financiamiento ilegal del gobernante PP y el pago de sobresueldos a sus líderes, al considerar que el presidente del gobierno español no supo dar respuestas
durante su comparecencia ante el Parlamento.
No dijo la verdad
, señaló la vocera parlamentaria de los socialistas, Soraya Rodríguez, luego de que el jueves el gobernante negó prácticamente todas las imputaciones sobre el escándalo de corrupción en su partido y sólo admitió haberse equivocado
al confiar en el ex tesorero de la formación conservadora que hizo las denuncias, Luis Bárcenas.
Luego de que la víspera el líder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba reclamó infructuosamente la dimisión de Rajoy, ahora Rodríguez llamó a que se efectúe un pleno extraordinario y urgente para que se apruebe la integración de la comisión parlamentaria, aun cuando parece difícil que se dé, debido a la mayoría absoluta de que goza el PP.
Analistas de prensa consideran que si bien Rajoy salió adelante ante el legislativo, donde se había resistido durante meses a comparecer, quedó tocado
por un escándalo que no ha terminado, porque deja sin resolver las graves denuncias de corrupción. De hecho, la corrupción política prevalece en segundo lugar después del desempleo entre los españoles, según sondeos.
El PP de Rajoy, que el 20 de noviembre de 2011 ganó las elecciones con mayoría absoluta, sigue perdiendo apoyos. De acuerdo con una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS, estatal), el PP pierde 12.1 puntos en relación con el resultado con que ganó los comicios generales y está a sólo 5.3 puntos delante del PSOE.
Si hoy fueran las elecciones generales, el PP obtendría 32.5 por ciento de votos y perdería la mayoría absoluta, cuando en la citada elección de hace un año y medio recibió 44.6. A su vez, el PSOE obtendría 27.2 por ciento de votos, estimación también por debajo del 28.7 conseguida en los comicios de 2011, cuando sufrió el peor resultado electoral de su historia.