La derecha local actúa como ocurrió en Chile en 1973, señalan
Sábado 3 de agosto de 2013, p. 21
Caracas, 2 de agosto.
La denuncia de un plan para asesinar al presidente venezolano, Nicolás Maduro, y a otros importantes funcionarios, abrió una investigación que irá hasta los últimos rincones del país, ha prometido el mandatario, quien ha respondido que no me sacarán de las calles
.
Funcionarios de cancillería dijeron a La Jornada que el gobierno de Estados Unidos utiliza el marco de una guerra secreta de baja intensidad
con operaciones encubiertas con fuerzas especiales y grupos de inteligencia detrás de figuras como las que aparecen complicadas en este último plan descubierto.
A su vez, el ex vicepresidente y reconocido político venezolano José Vicente Rangel sostiene que esta nueva política
del gobierno del presidente estadunidense, Barak Obama, corresponde a los viejos esquemas de contrainsurgencia.
Los renovados escenarios geopolíticos y trazados geoestratégicos “tienen una indudable similitud con aquellos que significaron el armado regional de la guerra fría que nos arrebató a los latinoamericanos casi dos siglos de vida independiente”, señala Rangel, una de las figuras más respetadas de la izquierda venezolana, que vivió el golpe fallido de abril de 2002 contra el gobierno del difunto presidente Hugo Chávez en Miraflores.
Deslegitimar al gobierno de Nicolás Maduro, una estrategia en marcha
, para lo cual han revitalizado los contactos con todas las derechas regionales, puestas a trabajar y financiadas por las redes de inteligencia de Estados Unidos con el objetivo de desestabilizar no sólo a Venezuela o Cuba, sino a todos los gobiernos que protagonizan una histórica avanzada de integración en el continente”, explicó en su momento el canciller Elías Jaua a La Jornada.
Sociólogos de la organización de investigación REDES comparan en los últimos tiempos lo actuado por la derecha venezolana y los sectores externos a lo que precedió al golpe que derrocó al presidente de Chile Salvador Allende en septiembre de 1973.
Hay un claro retorno no ya de simples derechas, sino fascistas por su metodología, con elementos de mayor violencia e irracionalidad, a lo que se añade la agresividad por la decisión imperial de controlar el mundo y todos sus recursos, lo que se evidencia en el retorno de guerras coloniales, con un poder destructivo inimaginable en otros tiempos
, señalan los invetsigadores.
También el tema es que Chávez fue motor y fuerza de la integración, la unidad que encauzó desde un principio y contaría con el cambio en América Latina y la llegada de gobiernos progresistas o dispuestos a importantes cambios en la región y la formación de instancias de integración que son claves ahora
.
En Venezuela se demonizó a Chávez con métodos más modernos y sofisticados que los que usaron en Chile entonces y hoy los embates mediáticos contra el presidente Maduro van en la línea de deslegitimarlo, señalan los analistas.
Es la misma matriz: crear la sensación de desgobierno, desacreditar a sus personeros, después de fracasar en los intentos de instalar una gran división en los equipos de Chávez, y los viajes del ex candidato de las derechas, Henrique Capriles Radonsky, para instalar la idea de un fraude y buscar apoyo para desestabilizar al gobierno
, señala el grupo de estudiosos.
En lo que va de la administración de Maduro mantienen una de las ofensivas mediáticas más temibles de las que se conozca en el mundo
añaden.
Recuerdan que esa maquinaria propagandística –como lo que hicieron en Chile– predecía el colapso económico, el temor a lo que viene, magnificando el desabasto, especulando sobre la intromisión cubana, etcétera
.
De acuerdo con los documentos que manejan en Venezuela se opta por el financiamiento de las ONG conspirativas y la remesa desde 2002 a 2012 es de más de 200 millones de dólares para el financiamiento de campañas desinformativas incrementadas en torno a 40 millones de dólares en cada proceso electoral.
En este caso el tema de desabasto que “ellos mismos provocaron, los sabotajes eléctricos y de todo tipo en el país, así como el sabotaje hormiga
tratando de infiltrarse en todos los sectores de la vida cotidiana, son los nuevos elementos de la ofensiva que se está ejecutando en Venezuela.
En 2011 y a fines de septiembre de 2012 los planes conspirativos de la estadunidense Agencia Central de Inteligencia (CIA) para impedir el triunfo de Chávez en las elecciones de ese año, incluían a otras agencias extranjeras, a grupos terroristas internos y fuerzas especiales y paramilitares colombianos, venezolanos en el exilio en varios países y en Miami
, analiza Jean Claude Duvergel; (Los pueblos, informe 2013).
Sostiene que la oposición venezolana está dirigida desde Estados Unidos que desde antes de que Chávez llegara a la presidencia ya conspiraba abiertamente contra su proyecto y liderazgo. Las elecciones del 7 de octubre de 2012 estuvieron bajo una ofensiva de gran escala con la intervención abierta de funcionarios de inteligencia de Washington, que financiaron, asesoraron y dirigieron a las distintas organizaciones que participaron en la contienda política agrupadas en la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD)
, de Capriles.
Como se hizo en Chile
Hasta el 7 de octubre de 2012 estuvo en Venezuela el coronel (de inteligencia) Richard Nazario, el mismo que era agregado militar de la embajada estadunidense en Caracas cuando se produjo el golpe de Estado de abril de 2002, involucrándose directamente en esas acciones.
Se conoció que desde entonces la embajada de Estados Unidos en Caracas comenzó a realizar compras de grandes cantidades de artículos como alimentos enlatados, agua, toallas, colchones, pasta dental, entre otros, tal y como se hizo en Chile antes del golpe contra Allende, desapareciendo masivamente artículos de los puntos de venta.
Esta fue la base fundamental del desabastecimiento que azotó y aún deja huellas en Venezuela, pero también manejan una serie de cables de Wikileaks que dejan al descubierto ejes y nombres de los conspiradores en Venezuela.