En Campeche se sembrarán unas 9 mil hectáreas; hace 30 años eran 100 mil
El importado es barato, pero de mala calidad
La palma de aceite gana terreno al cereal
Domingo 11 de agosto de 2013, p. 10
Palizada, Campeche.
En la principal zona arrocera del sur de esta entidad los productores nos parecemos al burro cargado de agua que se muere de sed
, porque llueve mucho y aunque a 20 kilómetros está el río Usumacinta no hay manera de meter riego sin apoyo gubernamental para infraestructura, relató el presidente del Comité Sistema Producto Arroz no gubernamental en la entidad, Braulio Bayona Zúñiga.
En su pick up recorrimos cientos de kilómetros, muchos de terracería, para visitar algunos arroceros en este municipio del sur de Campeche, donde el ganado, el sorgo y ahora la palma de aceite le han ido ganando miles y miles de hectáreas al cereal.
La palma de aceite es la más reciente competidora y también más definitiva porque las empresas que la están introduciendo aquí y en Chiapas, Palma Tica y Orgánicos del Trópico, hacen convenios por 20 años para crear plantaciones. Se estima que habrá al menos 5 mil hectáreas de palma en Palizada.
Sobre la carretera que une Villahermosa, Tabasco, con el pueblo mágico de Palizada, cabecera del municipio del mismo nombre, junto a arrozales semianegados en los que juguetean garzas blancas y pastizales con algún ganado, pueden observarse hileras bien alineadas de palmitas que se pierden en el horizonte.
En Campeche el arroz pasó de las 100 mil hectáreas sembradas en los años 80 –con rendimiento de dos toneladas por hectárea– a 30 mil en los 90, con cosechas de entre 3.5 a cuatro toneladas por hectárea. Este año con suerte
sembrarán 9 mil hectáreas, el rendimiento es ya de 4.5 a 6.5 toneladas tecnificando el suelo; es decir, con tierra nivelada, con riego.
Antes había puro temporal, ahora se han abierto varios sistemas de riego en El Juncal, en El Zapote; hay también empresarios italianos que siembran con riego del Usumacinta en tierras rentadas. El rancho de Bayona, Río Blanco, de 400 hectáreas, cuenta con un pozo profundo que logró perforar y electrificar cuando (Vicente) Fox capitalizó el Procampo
.
Entonces compré ganado, pero luego lo vendí porque el arroz exige mucha inversión, aproximadamente 12 mil pesos por hectárea usando arroces mexicanos certificados. Con semilla importada sube la inversión a 18 mil y en temporal no sale la inversión
.
Bayona siembra 100 hectáreas de arroz suyo y las demás las trabaja, también con el cereal, pero con un socio, Luis Bueno, de la empresa Industrializadora de Productos Agrícolas de la Cuenca del Papaloapan (Ipacpa).
Ipacpa, explicó Bayona, compró todas las arroceras que quebraron, como Covadonga, El Trópico, EESA, que eran propiedad de españoles que estaban en Veracruz. Las únicas beneficiadoras que quedan en Campeche son la Tollocan, que está en Escárcega, y la de Jorge Ayala Menéndez, que está en Palizada, pero que por falta de apoyo económico también está parada.
La quiebra fraudulenta de Covadonga en 2010, empresa que por sí sola comercializaba 48 por ciento del arroz en el país, de las cuales 80 mil toneladas eran producidas en México, significó un gran golpe para los arroceros nacionales, no sólo porque les quedó a deber casi 60 mil toneladas, sino porque en las zonas donde operaba, como Nayarit, Veracruz, Colima, Tabasco, Tamaulipas, Michoacán, Jalisco, Campeche, se quedaron sin compradores, por lo que muchos agricultores abandonaron el cultivo e incluso sus tierras.
Gasto en electricidad
El día que fuimos al rancho de Bayona, en Palizada, le llegó el recibo de electricidad por 93 mil 776 pesos con ocho centavos –casi se infarta– por el consumo del 17 de mayo al 18 de junio. Ese recibo abarcó dos riegos. En general se hacen cuatro riegos para el arroz y se suspenden en tiempo de lluvias. En el estiaje se hacen de cinco a seis riegos. Al día siguiente Bayona tendría que ir a la oficina de la Comisión Federal de Electricidad para averiguar si le habían aplicado tarifa agrícola o comercial y tratar de que le redujeran el monto a pagar.
En el municipio de Palizada hay 150 productores de arroz, cuatro de ellos de más de mil hectáreas, de los cuales tres ya se fueron con Palma Tica, incluso desmontando selva baja y acahuales para sembrar la palma, comentó nuestro anfitrión.
Jorge Ayala Menéndez y su hijo Federico informaron que en su rancho, Laguna Blanca, a lo largo de 30 años se ha invertido un millón de pesos al mes en sistemas de riego, en nivelación, en maquinaria, además de los 250 millones iniciales, porque se creía que el arroz era la panacea, y a la familia no le ha quedado nada, al contrario, nos hemos endeudado
. Apuntaron que de no ser por el nicho de mercado del arroz orgánico no habrían subsistido. Producen 350 toneladas de éste, 80 por ciento integral.
Los italianos son los únicos que siguen avanzando, pero usan un sistema que no queda ni un pez flotando en el agua por la cantidad de químicos que usan, se envenenan las aves; ellos meten un peso y sacan 1.50, antes mi papá metía uno y sacaba dos, ahora traen arroz de Pakistán, que es el más barato. Es preocupante que el arroz que se está trayendo a México es de mala calidad, tiene metales pesados, arsénico...
, indicó Federico.
Aseveró que México es más competente que Estados Unidos en arroz; que vendan ellos a un precio más bajo es otra cosa, porque tienen un subsidio mayor en agricultura, eso no es libre comercio
, remachó.
No obstante, mencionó Jorge, el arroz de Pakistán o Vietnam está 50 por ciento abajo en precio que el de Estados Unidos, que exporta a Latinoamérica 5 millones de toneladas del cereal de los 6 millones que produce. Y en las tiendas las amas de casa no se fijan en el origen del cereal, sino en que el kilo es dos o tres pesos más barato que el nacional.
Jorge, ingeniero agrónomo, explicó que en Campeche se produce básicamente arroz de la variedad milagro filipino, de grano corto y grueso, que se consume en el centro y occidente del país, y de esas zonas se trae, además del importado, arroz largo, delgado, que es el que se consume en el sureste. Es necesario regionalizar la producción de arroz para no estarlo transportando de un lado a otro, indicó.
Insistió, sin embargo, que los principales problemas del campo arrocero son una lucha desleal con los importadores y una sordera del gobierno
. Se requiere apoyo de un 25 por ciento, por 10 o 15 años, subsidios no condicionados, que les permitan usar otros paquetes tecnológicos.