En el proyecto utilizan ejemplares del género Aplysina, que habitan en mares mexicanos
El polímero de estos animales tiene una estructura tridimensional que le da propiedades únicas, explica José Luis Carballo Cenizo, de la UNAM, quien trabaja con el alemán Hermann Ehrlich
Berlín. Un grupo de expertos de Suiza, Alemania y Francia diseñó y fabricó los primeros ojos artificiales en miniatura compuestos de superficie curvada plenamente funcionales. Según ellos, la innovación tiene un elevado potencial industrial en los campos de la robótica móvil, confección inteligente y las aplicaciones médicas. Igualmente, refieren que el ojo podría utilizarse en el futuro en ámbitos en los cuales es primordial detectar el movimiento panorámico. Un ejemplo sería el transporte, con miras a una identificación eficaz de obstáculos. Los científicos consideran que debido a su reducido espesor y flexibilidad, también se podrían integrar en los tejidos para confeccionar ropa inteligente, como sombreros con equipos de alerta de colisión destinados a las personas con deficiencias visuales. El ojo compuesto tiene un diámetro de 12.8 milímetros y un peso de 1.75 gramos. De igual forma, está formado por 630 unidades de base (denominadas omatidios) dispuestas en 42 columnas con 15 sensores cada una.