La Comisión Permanente del Congreso dio entrada y turnó a tres comisiones la iniciativa de reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto, con lo que se inició el proceso para dictaminarla. Legisladores perredistas denunciaron que priístas y panistas pretenden votar el proyecto durante septiembre.

En tribuna, la senadora perredista Dolores Padierna advirtió que la pretensión de Peña Nieto y el PAN es anular la expropiación petrolera y regresar no a 1940, sino a 1938, para que las trasnacionales conocidas entonces como siete hermanas vuelvan a ser las dueñas de la riqueza energética de México.

PRI y PAN quieren desahogarla pronto, pero van a encontrar nuestra oposición, sostuvo el coordinador de los senadores perredistas, Miguel Barbosa. Reivindicó que debe ser en el Congreso –no el Pacto por México– donde se debata esa reforma que pretende privatizar el petróleo.

El coordinador de los senadores del PRI, Emilio Gamboa Patrón, dijo que aunque con el PAN logran los votos necesarios para aprobar la reforma –las dos terceras partes del total–, hasta el último momento buscarán que el PRD se sume y avale la iniciativa de Peña Nieto, la que, es claro, no saldrá limpia, ya que se le harán cambios.

Los presidentes de las comisiones de Puntos Constitucionales y de Energía del Senado, Raúl Cervantes y David Penchyna, confirmaron que comenzarán a trabajar de inmediato en la iniciativa. Se convocará a expertos para hacer un análisis integral, recalcaron.

Cervantes dijo que comenzarán a analizar las propuestas de Peña Nieto y el PAN, y la del PRD cuando sea presentada.

Eso será el próximo miércoles, detalló Miguel Barbosa, y expuso que en la reunión plenaria de su bancada, previa al periodo ordinario de sesiones de septiembre –el próximo lunes 19– discutirán la iniciativa perredista con Cuauhtémoc Cárdenas.

Durante la sesión de ayer de la Permanente, el diputado del PT Manuel Huerta Ladrón de Guevara exhibió un cartel con el lema Pacto contra México, y advirtió que habrá una fuerte resistencia en las calles a esa reforma privatizadora.

Desde el pleno, Padierna recalcó que lo que Peña pretende es regresar los hidrocarburos a las empresas extranjeras que eran las propietarias del petróleo en 1938.

Son ahora cuatro –Exxon Mobil, Chevron, Royal Dutch Shell y British Petroleum– a las que se dará la explotación de los yacimientos. Eso es anular la expropiación petrolera que llevó a cabo el general Lázaro Cárdenas.

La senadora perredista dijo que la intención es convertir a Pemex en mera administradora de contratos de las trasnacionales. Con los cambios constitucionales que pretende Peña Nieto prácticamente se cancela nuestra soberanía energética y el futuro de nuestro país, recalcó.