La noche del pasado jueves, en el Casino Español, se realizó el desfile de moda Falling in Fashion otoño-invierno 2013, en el que participaron 45 modelos en la pasarela que acompañaron a los top models Liliana Camba y Junior Ferreira, quienes mostraron las tendencias de marcas exclusivas disponibles en todas las tiendas Sears.

La planta baja del Casino Español lució con algunos muebles plateados, como sofás y sillas, donde se colocaron pequeñas almohadas, doradas y plateadas. En una gran pantalla se proyectaron imágenes de diyéis, sicodélicas, y varias alusivas al motivo de la reunión.

En concordancia con las tendencias internacionales, Sears adoptó el color verde esmeralda como básico para las mujeres. En el caso de los hombres, distintas gamas de azules y grises, que enriquecen los atuendos monocromáticos, para los días fríos.

Esta temporada está influida por moda de los años 40, lo cual Sears resalta notablemente con los cortes de cintura muy alta para los vestidos de coctel y faldas con diseño tipo lápiz. Los colores suaves con rayas verticales y encaje son esenciales; los trajes sastre para ellas denotan un ligero toque de masculinidad, sin descuidar la silueta femenina. Hay adaptaciones de delicados estampados retro y camisas con flores otoñales. Esta es una combinación perfecta para la mujer contemporánea.

Inocencia y sensualidad

El segundo bloque fue una exposición en donde predominaron los colores ocre para hombres y mujeres, además de colores secos como el vino y el verde. El binomio blanco y negro –que recuerda al primer Courrèges– tiene una fuerte presencia en el vestuario femenino. Cada una de las piezas aborda tendencias con texturas visualmente interesantes como tejidos, brocados, paisleis y estampados geométricos retro. Estos atuendos combinan referencias de diferentes épocas, desde el barroco hasta los tempranos años 40, como un juego entre la inocencia y la sensualidad, reflejando el romanticismo.

El tercer bloque del show fue un cúmulo de tendencias: el urban wear, con gente joven incorporándose al mundo de la moda. En poco tiempo lo hecho en los noventa se convirtió en lo válido, lo mismo que el look descuidado y aparentemente improvisado del movimiento grunge. En el fondo musical, Nirvana descargaba su ira.

Las camisas a cuadros estampados con unas tendencias para hombres y mujeres, inclusive marcadas al pantalón como una prenda más para protegerse de la temporada invernal.

El blanco y negro, los estoperoles, las texturas brillosas, las transparencias, forman parte de las claves de esta historia, sin dejar de lado la fuerte presencia del camuflaje, presente en vestidos, leggins y camisas para la mujer, así como forros de chalecos, chamarras masculinas, jeans y estampados tribales. Los aplausos no se hicieron esperar.

Seven, True Religion, Joe’s, Benetton, Bogosse, Basel, C2C, Jeanious, Lola de Alejandro, Philosophy, Rubi Rd, Tommy Hilfiger, Carlo Corinto París, Black, Happy Socks, Calvin Klein, Kenneth Cole, Opus, Izod, Macedo, Elle, Paris Hilton, Nine West, Levi’s, Paul Risk, 55 Diesel, Chaps, Smash, Náutica, G by Guess y Converse, entre otras, fueron las marcas que desfilaron por la pasarela. Además, se presentaron 116 outfits (modelos con cambios completos de ropa), que recorrieron el salón de Los Reyes en diversos bloques.

El creativo de la campaña es Edgar Smolensky, quien logró plasmar una historia fashion-romántica con toques grunge artísticos. Resalta el apoyo para la grabación del comercial, dirigido por el suizo Ian Bonhote, junto con el productor Carlos Kaiser, y editado por la casa productora Wabi Sabi. Se trata de un video en cine de arte con una duración de dos minutos que será el spot de Sears para las salas de cine a escala nacional y para la televisión, así como la sesión del catálogo, la cual contó nuevamente con el trabajo del fotógrafo Michael Filonow, de Vogue Nueva York.

Destacó la presencia de Patrick Slim, presidente del Consejo Administrativo, quien estuvo acompañado de Edgar Smolensky, director comercial de Sears.