Despojo a indígenas
os pueblos indios de México agrupados en el Congreso Nacional Indígena (CNI) brindarán este fin de semana un homenaje al líder moral purépecha Juan Chávez Alonso, a poco más de un año de su muerte accidental en su natal Nurío, en el marco de la cátedra que lleva su nombre. Se trata, además, del relanzamiento de la organización indígena que hace 17 años convocó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
El encuentro se da en el contexto de una de las ofensivas más violentas en la historia contra sus territorios. Minas, acueductos, carreteras, proyectos eólicos, hidroeléctricas, gasoductos y un sinfín de megaproyectos amenazan sus recursos naturales.
A los yaquis los quieren despojar de su agua, a los zapotecos de su viento, al pueblo wixárika de sus sitios sagrados, a los purépechas de sus bosques, a los nahuas de sus milpas, a los cocas de su isla. Se trata, como dijeron en su reunión en la comunidad wixárika de Bancos de San Hipólito, de un embate integral con múltiples frentes en nuestra contra, y los saqueos a los territorios por parte de caciques, empresas y los malos gobiernos se han vuelto más agresivos en su guerra de exterminio, que comenzó hace más de 500 años
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La autonomía es la forma en que muchos de estos pueblos enfrentan los intentos de despojo, aunque su resistencia en no pocos casos se encuentra con la represión oculta y abierta de empresas y gobiernos. En estos momentos dan las batallas en muchos frentes, desde la defensa jurídica hasta la acción directa con el bloqueo de carreteras y las barricadas para que la maquinaria destructora no entre.
No hay mejor manera de honrar la figura de don Juan Chávez Alonso que relanzando la red de la que él fue parte fundadora. Con su mirada como horizonte
, las organizaciones indígenas se reúnen hoy para levantar una tribuna en la que los pueblos originarios del continente sean escuchados por quien tenga oído atento y respetuoso para su palabra, su historia y su lucha de resistencia
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El CNI fue convocado en enero de 1996 y conformado en octubre de ese año, con la comandanta Ramona, el guerrillero jaramillista Félix Serdán Nájera y el propio don Juan como pilares morales. En abril de 2001 el Estado mexicano traicionó los acuerdos de San Andrés, firmados con el EZLN en febrero de 1996, y que los llevó, al igual que a los zapatistas, al ejercicio de su autonomía en los hechos, sin el permiso de nadie.
Más de 17 años después, las organizaciones indígenas, representantes de pueblos, comunidades y barrios originarios contarán con voz propia sus historias, dolores, esperanzas y, sobre todo, su lucha de resistencia
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