Domingo 18 de agosto de 2013, p. 21
Ante la crisis del capitalismo y el aumento del desempleo a escala global, la economía solidaria tiene oportunidad de replicarse, no sólo a niveles locales, consideró el investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM Boris Marañón Pimentel.
En el foro Economía Solidaria, realizado en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), indicó que la economía solidaria no va tras el dinero como finalidad, sino que lo considera medio para lograr un buen vivir, pero uno que no deprede ni exalte la acumulación de bienes y de capital y que respete las libertades, los saberes, a las mujeres y a las identidades sexuales, así como que practique el autogobierno.
En entrevista el también académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales precisó que la economía solidaria es una forma de resolver las necesidades básicas a partir de la organización colectiva, de utilizar la mano de obra, la reciprocidad y sin pasar por el mercado
, y explicó por ejemplo que alguien puede aportar su jornada y la intercambia por otra cosa
y en este sistema se practica la autogestión, que es una ayuda mutua orientada a la satisfacción de las necesidades y en busca del bienestar bajo el criterio de suficiencia, no de abundancia como en el capitalismo
.