Guadalajara, 18 de agosto.

Dos errores mataron a Chivas: un autogol y un pase retrasado que se convirtió en un toque aprovechado por el olfato malicioso de Matías Alustiza para encajar el vergonzoso 4-2. Dos errores que colocaron en el cadalso al técnico Benjamín Galindo, quien desde el banquillo vio con el rostro desencajado un paisaje que no habría imaginado en su peor pesadilla. Ante sus ojos se desmoronó el equipo y perdió el puesto.

Pero la pesadilla era real. Tanto como lo demostraron los números contundentes de una goleada que no podía imaginarse ante un equipo sin victoria en lo que iba del torneo.

Desde el principio hubo duelo de posesión versus contundencia. Gran parte del tiempo Chivas tuvo la pelota y la puso a rodar con intención, pero el Puebla tuvo eso que marca la diferencia en el juego: unos especulan, mientras otros producen resultados concretos.

En un lado, el entrenador Benjamín Galindo luchaba por mantener su puesto; en el otro, Rubén Omar Romano se estrenaba como timonel con La Franja.

Chivas impuso el ritmo y manejó la situación. A los 10 minutos abrió el marcador en una jugada un tanto fortuita. Tras un rebote en la espalda de un camotero y el intento de reventarla de otro defensa, a Antonio Gallardo le quedó un rebote que prendió sin clemencia para el 1-0.

Esa ventaja fue ilusoria y apenas un minuto y medio después el Puebla anticipó que no sería un juguete para el Rebaño: igualó tras un remate de cabeza de Jesús Chávez.

Durante un lapso parecía que serían más cautelosos ambos equipos y bajaron la intensidad en el juego, aunque Chivas seguía controlando el balón y las acciones sobre la cancha.

Para ese momento ya había quedado claro que la nueva adquisición de Chivas, Aldo de Nigris, funcionaría de manera impecable para las necesidades del equipo. Con impresionante capacidad de desequilibrio y la cualidad de tocar la pelota para el compañero mejor ubicado, De Nigris fue el punto clave del segundo tanto tapatío. Rafael Márquez Lugo salió desde la media cancha y sirvió para Carlos Fierro, quien instintivamente buscó a De Nigris y éste retrasó de cabeza para que Márquez Lugo anotara.

Pero si en el conjunto tapatío De Nigris había destacado, el hombre que se llevó la tarde fue Alfredo Moreno con su trabajo ingenioso y oportuno para Puebla. El Chango consiguió el empate 2-2 en una jugada en el borde del área, tras recortar a la marca y enviar un trazo extraño que parecía que había rozado con la cabeza su compañero Félix Borja, pero que por la trayectoria que llevaba el balón fue un gol indiscutible de Moreno.

En la segunda parte el duelo fue más agresivo en ambos bandos. Seguía esa tónica de unas Chivas que mantenían más tiempo el balón pegado a los pies, pero los camoteros tenían claro que para hacer lo que querían les bastaba con robarlo sólo unos segundos. Borja y Moreno ya habían tirado al arco, defendido desde el minuto 32 por Víctor Hugo Hernández, quien suplió a Luis Michel por una molestia en el muslo izquierdo.

Pero de ahí en adelante los errores que cometió Chivas le costaron el duelo... y a Galindo el puesto del entrenador.

Desde un ángulo del área, DaMarcus Beasley buscó a Alustiza, pero el zaguero Kristian Álvarez se encontró el balón en esa trayectoria y su contacto fue tan desafortunado que terminó marcando el autogol.

El Puebla fue entonces cada vez más firme y Chivas empezó a titubear. Moreno rompía jugadas, cambiaba el ritmo en las salidas y las líneas rojiblancas mostraban debilidades.

En una salida desde la media cancha, los tapatíos cometieron un error que por su simpleza resultó más penoso. Álvarez no pudo retener un pase retrasado y de rutina, el cual quedó como un regalo a los pies de Alustiza, quien salió disparado hacia el arco rival sin que la zaga pudiera darle alcance; cara a cara con el guardameta sólo tocó el balón para anotar el 4-2 definitivo.

El rostro desencajado de Galindo fue una parte del resumen del partido. En las gradas, la reprobación y el reclamo de la afición tapatía fue la parte restante. Rubén Omar Romano debutó con éxito. Galindo se fue con una abrumadora derrota.

En la conferencia posterior al partido, el presidente deportivo de Chivas, Dennis te Kloese, anunció lo que ya se esperaba: Galindo fue cesado. El técnico número 18 que ha despedido el dueño del equipo, Jorge Vergara.

Perdón por tardar tanto y gracias por su paciencia, vamos a ser breves, obviamente el resultado ha sido muy negativo aquí en casa ante toda la gente que quiere ver al equipo bien, dijo .

Es un momento difícil que pasamos, y al final de cuentas tomamos la decisión de que Benjamín deja de ser el entrenador de Chivas por este momento; mañana les daremos mayor información y quien tomaría el equipo... es un mal momento para todos y quería dar la cara principalmente y ya, dijo nada más Te Kloese.