El Partido Revolucionario Institucional (PRI) cerró filas en torno a la reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto y pidió que la Constitución ya no sea objeto de veneración jurídica. En un pronunciamiento aprobado a mano alzada por los miembros de la Comisión Política Permanente, se expresó que el priísmo apoya total y absolutamente la iniciativa del jefe del Ejecutivo.

Votado por aclamación, el documento agrega que la propuesta presidencial se apega estrictamente a los principios ideológicos y programáticos aprobados en la 21 Asamblea Nacional de nuestro partido, los cuales inspiran la acción de nuestro instituto político.

Considera que la reforma energética será la palanca del desarrollo nacional. Con la modificación se preservará la propiedad de los hidrocarburos y el Estado mexicano se pondrá al respecto en una tendencia mundial.

A la reunión acudieron la dirigencia nacional del PRI, 19 gobernadores, los coordinadores parlamentarios, legisladores federales y locales y líderes del tricolor en los estados. Durante el acto se calificó dicha propuesta de patriótica, indispensable, vanguardista y muy priísta.

El auditorio Plutarco Elías Calles de la sede nacional del partido resultó insuficiente para albergar a líderes y representantes. Siete oradores. En casi dos horas se pasó del desolador panorama que enfrenta el país en materia energética a las enormes expectativas por la reforma, que van de la reducción del costo de la luz, mayor producción de fertilizantes, crecimiento obsesivo económico y generación de empleos, a ubicar a México como potencia mundial energética.

César Camacho expresó que la Constitución no puede ser objeto de veneración jurídica, sino instrumento eficaz al servicio de los mexicanos. Dijo que la iniciativa no puede posponerse y que hoy los priístas están resueltos a lograrla. Los mexicanos compartimos la certeza de que dar el paso decisivo está en nosotros, que es ahora y que sí podemos.

Momentos antes Francisco Labastida Ochoa, primer candidato presidencial perdedor del PRI y presentado ahora como connotado especialista en el tema energético, aseveró que la modificación es indispensable pero no suficiente, pues después habrá que trabajar en leyes secundarias y reglamentos.

Enfatizó que en la actualidad el país importa 50 por ciento de la gasolina que consume y 30 por ciento del gas. Además, destina 15 mil millones de dólares a la adquisición de productos petroquímicos, mientras las refinerías están subutilizadas.

Enumeró supuestos beneficios: romper la tendencia de caída de la producción petrolera, reducir pérdidas en refinación, multiplicar por tres o más veces las reservas probadas y abaratar el costo de la energía. Habrá quienes pedirán más, porque esos son sus intereses. Otros, de buena fe, porque así lo creen honestamente. Habrá quienes siempre digan no a todo lo que se plantee y otros dirán que se necesita desde hoy la iniciativa de leyes secundarias, olvidando que los edificios se construyen piso por piso.

El coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, admitió que hay visiones distintas para resolver el problema energético, pero ofreció disposición a dialogar y debatir con el resto de las fuerzas políticas. Explicó que la reforma peñista responde a un cambio en el escenario internacional, en el cual Estados Unidos ha pasado de ser importador de hidrocarburos a exportador.

Insistió en que se debe dejar atrás el modelo que durante décadas se aplicó en México, en el cual la energía era para recaudar, y pasar a uno que sea factor de competitividad y crecimiento económico.

A su vez, el coordinador de los senadores del PRI, Emilio Gamboa, señaló: Que quede claro que el presidente Peña Nieto no quiere la privatización y el PRI no lo aceptaría. Pemex y CFE no se venden ni se privatizan.

Subrayó: Mienten y quieren engañar al pueblo quienes con un discurso engañoso desean confundir a la gente, pues el país mantendrá la rectoría energética.