El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, aseguró que en caso de aprobarse la reforma energética en los términos propuestos por el gobierno federal, bajarán las tarifas de electricidad y gas, se crearán cerca de medio millón de empleos adicionales en este sexenio y 2 millones y medio más de aquí a 2025, además de que se podrá detonar el crecimiento económico entre uno y dos puntos porcentuales adicionales.

Al dictar ayer una conferencia magistral en el seminario Alineación estratégica y gobernanza eficaz, organizado por la Fundación Colosio, el funcionario advirtió que en caso de que no se apruebe la reforma energética propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto, México se convertirá en importador de crudo dentro de tres años.

Durante su exposición, en la que resaltó todas las debilidades de Petróleos Mexicanos –omitiendo sus fortalezas y dejando de lado que la paraestatal es la empresa más rentable del mundo–, explicó que “el propósito esencial de la reforma es frenar la declinación en la producción de crudo y gas, e incrementarla para que el Estado recupere su renta petrolera, se generen empleos y la industria de hidrocarburos sea un detonador del desarrollo nacional.

Recordó que, como prometió en su campaña el Presidente, por medio de una reforma energética bajemos las tarifas de luz, porque si bien es cierto que la reforma en su vertiente petrolera es la que nos va a dar capital, tecnología y empleos, la reforma de la competitividad del país es la eléctrica.

Ante diputados y presidentes municipales electos reunidos en el World Trade Center de la capital del país, Joaquín Coldwell pidió su apoyo para conseguir la aprobación, porque es vital para que México gane el siglo XXI.

Atención a mercados asiáticos

Posteriormente, en breve entrevista dijo que el objetivo de incrementar la producción de crudo a 3 millones de barriles diarios en 2018 y 3.5 en 2025 será para atender los mercados asiáticos, como los de China e India.

Sobre el régimen de utilidades compartidas con empresas privadas nacionales y extranjeras, indicó que el porcentaje se definirá yacimiento por yacimiento, dependiendo de la dificultad técnica en su exploración y explotación.

Asimismo, afirmó que es necesario aumentar la producción de gas, particularmente para bajar las tarifas eléctricas. Mucha gente dice: es que eso se ha dicho muchas veces, que van a bajar las tarifas de luz y no se ha logrado. ¿Por qué en esta ocasión sí lo van a hacer? Pues porque vamos a incentivar la producción de gas mediante los esquemas que propone la reforma, afirmó.

Explicó que lo que está impactando negativamente las tarifas de luz es que hay escasez de gas en México, las plantas de la Comisión Federal de Electricidad tienen que recurrir al combustóleo y al diesel, que son cuatro y seis veces más caras que el gas, respectivamente, y si a eso añadimos las cuantiosas pérdidas de distribución, nos da por resultado el elevado costo de electricidad que ahora tenemos.

Por eso, dijo, la iniciativa del Presidente se propone abatir estas pérdidas de las líneas de transmisión e incrementar la producción de gas y crudo.

Los elementos fundamentales de la reforma que ha propuesto al Congreso son: primero, no se trata, como por ahí se ha señalado indebidamente, de una iniciativa privatizadora, ni mucho menos que desnacionalice nuestros recursos petroleros.

Otro elemento fundamental es que “vamos a corregir, con el concurso del Congreso, el régimen fiscal de Pemex para que sea plenamente competitivo. Esa es una de las granes ataduras que hay que quitarle, porque le lleva a que en la mayor parte de sus utilidades no pueda decidir qué hacer con ellas y reinvertirlas.

Pemex está en un régimen fiscal cuyos parámetros están por encima de otras empresas internacionales y de las prácticas internacionales, por eso el Presidente va a proponer al Congreso un régimen fiscal que permita a Pemex contar con mayores recursos para reinvertirlos en su modernización.