En 2013 el cedé tuvo un descenso en sus ventas, mientras el álbum de pasta repuntó 33.5%
Día a día los cazadores y coleccionistas recorren las calles de la ciudad de México en busca de estos tesoros
La fortuna familiar que podría significar tener material de artistas clásicos como The Beatles, The Rolling Stones, Paul Anka, David Bowie, Iron Maiden y Queen
Domingo 25 de agosto de 2013, p. 7
En México, el disco de vinilo no se fue del todo, como prueban los pequeños negocios ubicados en la zona centro de la ciudad de México, en calles como Balderas, el Tianguis del Chopo, La Lagunilla y otros más esparcidos por las colonias Roma y Condesa, que exhiben acetatos de 45 y 78 revoluciones por minuto (rpm).
El álbum de pasta, con su característico chirrido al reproducirse, es la única vía que han encontrado los formatos físicos para darle la batalla a la industria musical digital, pues en 2013 mientras que el cedé tuvo un descenso en sus ventas, las enormes placas de vinil registraron un repunte de 33.5 por ciento, según la compañía Nielsen SoundScan.
El gusto por este tipo de formatos se puede ver en la cantidad de coleccionistas que día a día recorren las calles del Distrito Federal y que invaden las banquetas de avenidas como Juárez, de lunes a viernes; o el Tianguis del Chopo y del barrio de La Lagunilla, los sábados y domingos.
El deseo del cazador por obtener una pieza de este tipo está disimulada por una de las grandes reglas de la compra-venta: No demuestres mucho interés
y Aún existe el vinilo de tus sueños
, actitud defensiva para evitar que el comerciante se aproveche de él.
Limpios y sin rayones
Jesús Hernández es uno de los ambulantes que desde la década de los 80 mantiene su clientela constante, pues se encarga de comprar a los particulares colecciones y revenderlas a precios que han llegado a los 800 pesos, como uno de Elvis Presley, Jailhouse rock.
Cuando le compras colecciones a particulares, casi siempre la mercancía está limpia, sin rayones y no se usó mucho, así que es inversión casi segura. Yo ponía un anuncio en el periódico para comprar lotes de discos y ahora la gente se lo dice a otra, y esa a otra hasta que se hace una cadena
, comentó Hernández.
Los que se acercan a su pequeño local callejero, abundó, “son de todo tipo. Hay gente que viene varias veces buscando un disco que encuentra hasta que resurtimos.
A veces es de suerte hallar alguno, pero los coleccionistas así se la viven, de puesto en puesto. Cuando uno puede ayudarles a lograr su objetivo, existe una gran satisfacción. Todos ganamos
, dijo Hernández.
Reveló que en ocasiones, dentro de esos lotes se encuentran primeras ediciones, portadas únicas, artistas muy valorados, por lo que su precio varía dependiendo del vendedor y hasta el deseo del comprador, quien a veces, tras hacer una exhaustiva búsqueda, puede llegar a pagar cantidades exorbitantes por una pieza.
El sello Orfeón, añadió, es uno de los más solicitados, con Chavela Vargas o Facundo Cabral en sus primeras obras.
Cabe señalar que la diversidad de precios es muy amplia, no hay un estándar; sin embargo, un estimado por pieza se puede obtener mediante consultas en diferentes sitios de Internet, como la tienda virtual Amazon o Mercado Libre.
El precio de mis tesoros a veces depende mucho de la fidelidad del cliente, porque si es conocido, hay que rebajarle. Con los ocasionales a veces uno puede tener mayor ganancia
, admitió Hernández.
La fortuna familiar que podría significar tener vinilos de artistas clásicos como The Beatles, The Rolling Stones, Paul Anka, David Bowie, Iron Maiden y Queen, o de figuras mexicanas como César Costa y Los Teen Tops, se termina con el deterioro, pues si bien es un formato de resistencia y duración, sus enemigos siempre han sido la aguja del tocadiscos, la humedad y el descuido.
Pasatiempo con remuneración
Para comprar, hay que ser cuidadoso de que no tengan rayones de la aguja, la humedad, polvo y que no estén pandeados o asoleados
, señaló Sergio Romero, quien es un cazador
de vinilos desde la década de 1970, y cuya colección, presume, llega a los 15 mil títulos.
Guillermo Aguilar Jr. se encarga de la tienda especializada Discópolis, ubicada en la colonia Tabacalera de esta ciudad, la cual cuenta con acetatos de 33 y 78 rpm.
Relató cómo comenzó con una tienda que apuesta a que si no tiene el disco, lo consigue, pues el negocio originalmente lo abrió mi padre y su hermano en 1955, y hasta la fecha se mantiene en pie
.
Discópolis supone un viaje a través del tiempo para el cliente frecuente o para el visitante ocasional que por primera vez observa los discos en ediciones únicas, raras y especiales, estratégicamente apostadas en los muros de esta tienda que desde los aparadores de la entrada muestra los acetatos de aquellos artistas que hicieron época.
Unos más se aprovechan de la moda, como es el caso de John B. Scott, quien vive en México desde hace 10 años y encontró una remuneración a su pasatiempo de visitante de tianguis de pulgas
, pues hoy se dedica a la exportación de discos de este país para una tienda de vinilos en Nueva York, Estados Unidos.
Yo no pago más de cinco pesos por disco, porque los compro de mayoreo. Los empaqueto y los envío para mi amigo. Me paga una comisión por venta, pero el trabajo más importante es saber seleccionar qué títulos son los mejores para su mercado
, dijo.
No sólo las tiendas vintage de Nueva York se han visto favorecidas, sino también los vendedores que en sitios como la página electrónica Amazon encontraron cómo darle salida a esas cajas con vinilos que pertenecieron a sus padres, pues los sellos discográficos también han invertido en este formato.
Las disqueras también registran esa demanda, dado que pueden conseguir discos que han sido éxito de figuras como Skrillex, Madonna, Lady Gaga, Adele, Radiohead, colocados como los más solicitados.
Otro rubro importante de negocio es el de los reproductores, mejor conocidos como tocadiscos, que han encontrado un mercado lo suficientemente sólido para invertir en la mejor tecnología para mejorar los sonidos del pasado.
Conseguir un tocadiscos se ha vuelto una tarea más sencilla, pues se puede obtener uno auténticamente vintage en menos de 2 mil pesos, así como uno nuevo por Internet en 150 dólares con envío.
Otras tiendas han ido surgiendo y ahí pueden encontrarse los discos editados después de 1980 como Retroactivo, La Roma Records o Discoteca, que en sus catálogos también ponen a disposición de los interesados nuevos vinilos de compañías como Arts & Crafts México, Terrícolas Imbéciles y Discos Tormento.