Paro nacional agrario cumple 8 días; cacerolazos en Bogotá, Medellín, y otras ciudades
Martes 27 de agosto de 2013, p. 23
La Habana, 26 de agosto.
La organización guerrillera de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos señalaron hoy que permanecerán en la mesa de conversaciones hasta alcanzar la paz, pero el grupo rebelde reiteró su rechazo a la propuesta de someter a un referendo el eventual acuerdo para acabar con medio siglo de conflicto armado en Colombia.
La FARC y el equipo gubernamental reanudaron las conversaciones tras una inesperada interrupción el viernes, cuando la guerrilla pidió una pausa
para analizar la propuesta de Santos al Congreso de efectuar un referendo en 2014, año electoral.
La iniciativa presentada ante el Congreso por el gobierno como primer paso para refrendar en el futuro el eventual acuerdo que se llegare a alcanzar en La Habana no es vinculante
, declaró a la prensa el jefe negociador por las FARC, Iván Márquez, poco antes de ingresar al centro de convenciones donde tienen lugar las pláticas en la capital cubana.
Asimismo, expresó su apoyo a la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, como lo reiteró el domingo el jefe máximo de la guerrilla, Timoleón Jiménez alias Timochenko, en una carta difundida por Internet.
El equipo de negociadores del gobierno colombiano, que fue llamado a consulta el fin de semana por Santos, ingresó al lugar donde se realizan las conversaciones sin hacer comentarios a la prensa.
En un comunicado conjunto emitido la tarde del lunes, ambas partes recordaron el primer aniversario de la firma del Acuerdo General para el término del conflicto.
Además, las FARC y el gobierno anunciaron la organización de un foro ciudadano sobre drogas ilícitas que contará con el respaldo de la oficina de Organización de Naciones Unidas en Bogotá.
Por otro lado, el jefe del frente 57 de las FARC, Virgilio Antonio Vidal Mora, arias Silver, murió durante un operativo de las fuerzas armadas, en el departamento de Chocó, según fuentes castrenses.
En el plano social, manifes- tantes y agentes antimotines se trenzaron en una batalla campal en la central localidad de Ubaté, a 80 kilómetros al norte de Bogotá, en el octavo día de un paro de pequeños agricultores a nivel nacional, mientras Santos viajó a Tunja, capital del departamento de Boyacá, epicentro de la protesta, en un intento de apaciguar la movilización convocada en demanda de la reducción de los precios de la gasolina, el aumento a los subsidios y la derogación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Las manifestaciones donde salieron a relucir sartenes y cacerolas se extendieron a Bogotá y Medellín, y otras ciudades.