Considerado uno de los mejores fondistas del mundo en los años 90, cuando fue subcampeón Mundial en Gotemburgo, Dionicio Cerón consideró normal que dos peruanos ganaran el pasado domingo el Maratón de la Ciudad de México, ya que muchos competidores nacionales se desgastan corriendo a cada rato para ganar dinero (...) y luego no les alcanza para estar entre los mejores.

El tres veces ganador del Maratón de Londres (1994-95 y 96) opinó que es curioso ver que un entrenador mexicano (Rodolfo Gómez) fue quien preparó al ganador (Raúl Pacheco) de la carrera del domingo, pero eso ocurre porque aquí se cambia mucho de entrenador, pero sobre todo no se tiene disciplina.

Luego de recordar que en su mejor época tenía una beca de 5 mil pesos y de que sí competía por dinero, pero ahorraba una parte para su preparación con miras al futuro, dijo que muchos maratonistas ahora corren con frecuencia para ganar las bolsas, pero no cuidan lo fundamental, que es la preparación y el descanso, por lo que hace un buen rato que nadie destaca en el ámbito internacional.

La salvedad en este panorama, hizo hincapié, es Madaí Pérez –séptima en el Mundial de Atletismo de Rusia hace unas semanas–, porque es una competidora que se cuida mucho, que tiene gente a su alrededor que le da buenos consejos, pero sobre todo que tiene entrega y mucha disciplina para trabajar, por eso tiene buenos resultados.

El ganador del Maratón de esta capital en 1993 y uno de los promotores de la principal carrera capitalina en su edición anterior, estimó que otra desventaja de los fondistas nacionales puede ser que no tienen hambre de ser los mejores del mundo. Poseen potencial, pero parece que no se la creen o ni siquiera pensado que podrían estar en la cima, aunque deben trabajar para lograrlo.

Agregó que una de las ideas que a lo largo de su carrera activa lo impulsaron a estar entre los mejores del orbe fue que vencer a un hombre es fácil, pero ganarle a un nombre es complicado, porque cuando un competidor triunfa varias veces hace que su nombre se vuelva casi invencible, porque resulta difícil lograr para quienes no se preparan como debe de ser”.

Aunque aclaró que no busca hacer recomendaciones, mencionó que para volver a estar entre los mejores del mundo, como en su época lo hizo, es necesaria la disciplina y no desgastarse en competencias, además de creer que pueden aspirar a medallas mundiales y convencerse de que es posible.