Luego de casi cuatro años de ausencia discográfica, El Potrillo Alejandro Fernández regresa con el volumen doble Confidencias, integrado por 11 covers y 15 temas en devedé, en los que se oye muy lejano de Como quien pierde una estrella y se enfila más a la búsqueda de ser un crooner, blusero y jazzista.

La presentación de este nuevo material se realizó la noche del pasado lunes en el patio principal del Museo José Luis Cuevas, ante la manificencia de La Giganta, escultura que encierra los misterios y los conceptos estéticos de Cuevas.

Su compañía disquera echó la casa por la ventana: la producción estuvo a cargo de Phil Ramone e incluye dúos con Rod Stewart, Christina Aguilera y Vicente Fernández, el Jilguero de Huentitán. Con esta nueva propuesta, “¡Álex!”, como le gritaron sus fans en el Museo Cuevas, iniciará una gira por Iberoamérica el 6 de septiembre, en Guadalajara.

El ganador del Grammy Latino hizo la grabación en Los Ángeles, California. Se pusieron a la venta dos versiones, una estándar y otra de lujo.

Regresa a grabar con su padre luego de 20 años

Los arreglos son del legendario Ramone. El primer sencillo es Hoy tengo ganas de ti, a dúo con Christina Aguilera, cuyo video acumuló más de 3 millones de visitas en redes sociales el fin de semana de su estreno, y la canción se colocó en el número uno en 17 países. Hace años la hizo famosa Miguel Gallardo.

Nobody Knows You When You’re Down and Out es un blues en el que canta en español y Rod Stewart en inglés. Por otra parte, luego de 20 años volvió a entrar a un estudio de grabación con su padre, Vicente, para cantar Me olvidé de vivir, de Julio Iglesias.

En Confidencias, Ramone hizo cantar a Fernández con una big band para buscar que el intérprete de Abrázame lograra el swing. “Phil era –murió casi al final de la producción– un ser muy talentoso, perfeccionista, de gran sensibilidad... un verdadero genio. Fue un placer trabajar con una persona tan entrañable como él”.

Durante la grabación, Ramone comentó: Estas son unas de las más hermosas canciones que he escuchado en mi vida, y él es uno de los grandes artistas de todos los tiempos. Disfrutamos mucho de nuestra compañía, los músicos quedaron encantados con él. Fue una verdadera aventura.

Otras piezas musicales son Te quiero, te quiero; A pesar de todo, Cóncavo y convexo, Procuro olvidarte, Porque te vas, Cenizas, Desahogo, Olvidarte y Apagó la luz.

Alejandro Fernández durante la presentación del álbumFoto Guillermo Sologuren

El Potrillo se mejoró la crin. Su imagen ahora es diferente: más delgado, sin canas y con un cutis más lozano, lo que la conductora Gloria Calzada consideró que se debe a que usa el mismo jabón que ella.

Reconocimiento por altas ventas

El director de Universal Music, Jesús López, entregó a Fernández reconocimientos por las altas ventas del disco, pues en preventa alcanzó la categoría de doble platino en varios países. Agregó que iba a hacer algunas confidencias sobre cómo se hizo el disco.

Dijo que hace cuatro años comenzaron a planear esta producción al calor de unos tequilas. “Me gustaría desmitificar algunas cosas sobre cómo se hacen los discos. Se nos ocurrió hacer dos en lugar de uno. De ahí la decisión de que fuera de covers. De éstos cualquiera hace un cedé, pero en este caso había que hacer más. Antes de elegir las que quedaron escuchamos unas cien.

“Posteriormente, fue definir la música, a qué iba a sonar. Sabemos que lo barato sale caro, y al final quedó Phil Ramone, quien había trabajado con gente como Frank Sinatra. Tenía temores por la agenda de Phil, por la edad. Decidimos llamarlo y viajamos. Hablamos sobre el sonido y quedamos en que queríamos algo moderno. Es difícil trabajar con los artistas que son cantautores, pero lo es más con los intérpretes, porque influyen muchas más variables.

Alejandro demostró su interés y se metió hasta la cocina. Le pusieron un arreglo de una pieza, se quedó mirando y dijo que eso era una mierda. Se armó de cojones, agarró su casco y su moto y se fue a su casa en Los Ángeles, y todo el equipo se fue detrás de él. Al día siguiente hubo otro arreglo y lo aceptó.

Alejandro respondió que nadie puede ocupar el lugar de ídolo de la canción ranchera de su padre, aunque Pepe Aguilar haya dicho en días pasados que le gustaría ser él. Consideró una distinción que Christina Aguilera hiciera un dúo en español. Con Stewart, un privilegio único, con una canción que pareciera mandada a hacer. “Este disco llega en el momento en que debía, ni antes ni después.

Siempre hay comentarios, que porque me veo viejo o porque me veo joven. Me impuse un régimen alimenticio, hice ejercicio, dejé un poquito la parranda, la fiesta, estuve con mis hijos. Me pinté el pelo... ¡no, no! Tener un proyecto es lo que me ha ayudado. Mi papá está vigente y trabaja, ya no en los escenarios, pero hace otras cosas.

Expuso que cuando Chente escuchó su disco Confidencias lo felicitó y le dio un beso.