Auténtico robo
en el museo del poder, denuncia el autor
Miércoles 28 de agosto de 2013, p. 25
Moscú, 27 de agosto.
Los gobernantes rusos –o tal vez esa conclusión se deba al exceso de celo de sus subordinados– carecen de sentido del humor y, por tanto, son incapaces de reírse de sí mismos.
En consecuencia, metralleta al hombro, una veintena de elementos de las fuerzas especiales del Servicio Federal de Seguridad (siglas en ruso del FSB, sucesor del KGB soviético) irrumpieron anoche en el museo del poder en San Petersburgo, institución privada que desde su inauguración hace dos semanas ofrecía al público una controvertida muestra del pintor Konstantín Altunin y que hoy amaneció con las puertas precintadas, clausurado de modo indefinido.
El motivo: sustraer cuatro cuadros de la exposición Los gobernantes, calificados de basura
por uno de los protagonistas, el diputado oficialista Vitali Milonov, acérrimo adversario de los homosexuales de la ciudad del Neva, cuyo retrato con fondo de arcoiris –símbolo de las reivindicaciones de la comunidad gay–, provocó su ira.
También se llevaron la obra Travestis, en la cual se podía ver al presidente Vladimir Putin y a su primer ministro, Dimitri Medvediev, en ropa interior de mujer.
Igual suerte corrieron Del confesionario, donde aparece Kiril, el patriarca de Moscú y todas las Rusias de la Iglesia Ortodoxa Rusa, con tatuajes de mafioso en el pecho, entre otros de Lenin y Stalin, y los Sueños eróticos de la diputada Misulina, la principal promotora de la ley que prohíbe la propaganda gay
en Rusia, vestida de policía y golpeando con un tolete/falo a un indefenso joven homosexual.
El cierre temporal del museo, que podría convertirse en definitivo en caso de que una corte dictamine que el recinto se utilizaba para difundir ideas extremistas
, se asocia con la orden de evitar cualquier actividad, exposición o manifestación contra el Kremlin durante la Cumbre del G-20, que tendrá lugar en San Petersburgo a comienzos de septiembre.
El propio pintor Altunin llamó hoy auténtico robo
la intervención de las fuerzas de seguridad, teme por el resto de los cuadros y anunció su intención de emigrar lo antes posible
a Dinamarca.
No es la primera vez que se clausura una exposición en Rusia este año. Hace dos semanas, en la ciudad siberiana de Perm, una muestra del caricaturista Vasili Slonov, cuya mirada irónica sobre los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi-2014 irritó a las autoridades locales, duró abierta al público sólo dos días.