ocos le creyeron o le hicieron caso cuando Hugo Sánchez aseguró que Carlos Vela era mejor jugador que Javier Hernández. La mayoría pensó que se trataba del clásico ego de Hugo, quien no se cansa de recordar cada que puede sus grandes hazañas ante las redes, al tiempo que minimiza las de los demás.

El Pentapichichi alababa entonces a un jugador que andaba más en páginas de la farándula que en las de deportes, que deambulaba de un club a otro sin encontrar acomodo, mientras Chicharito era titular y goleador de uno de los mejores equipos del mundo.

No se duda que el de Cancún es un jugador más completo que el tapatío y tal vez por ello el técnico Jesús Ramírez lo eligió sobre el propio Hernández para el recordado Mundial Sub-17 de Perú 2005.

Pero el futbol es también una caprichosa rueda de la fortuna y esta semana encuentra a un Vela en la cumbre, con un golazo de antología, mientras Chicharito apenas hizo su debut en la Liga Premier con unos minutos en los que poco pudo hacer.

El gol de Vela ante el Lyon fue una obra de arte, según el diario As. Algunos lo han comparado con el anotado por Diego Armando Maradona a Inglaterra en México 1986, pero lo cierto es que es difícil encontrar en nuestra historia futbolera una anotación de esa calidad, por la velocidad, habilidad y definición, todo ello en el último minuto de juego, lo que demuestra que por fin busca los reflectores de la cancha y no los de la artisteada.

Pero si Vela no desea aportar al Tri –quiso poner condiciones, reveló Chepo de la Torre– rumbo al trascendental duelo ante Honduras, ahí están Oribe Peralta, quien regresó con la mira afinada; Chicharito, que no anda encanchado pero tiene gol, además de Javier Aquino y Giovani dos Santos, quienes dieron el triunfo al Villarreal. En sus botines está demostrar si Vela necesita al Tri... o al revés.

Luego de tres empates sin goles en el Azteca, la selección está obligada a obtener la victoria ante unos hondureños que vendrán con el cuchillo entre los dientes y que en su país ya andan anunciando otro Aztecazo.

Por su parte, los mexicanos deberían mostrar lo que el legendario Ignacio Cuate Calderón definió como amor a la camiseta, no para beneficio de las televisoras y los anunciantes, que son los principales ganones, sino de los fanáticos, que a pesar de todo este viernes se volverán a poner la verde.

Mientras, en la cima de la tabla aparecen Morelia y León. Los michoacanos se impusieron fácilmente a un Pachuca de caricatura, pero Gabriel Caballero debe agradecer a su compatriota Andrés Fassi el seguir en el banquillo, ya que por mucho menos despidieron a Hugol.

Es agradable ver el regreso de La Fiera. Gustavo Matosas tuvo un bache el torneo pasado, pero el León ya recuperó la esencia que le dio el ascenso y que lo convirtió en el animador en su temporada de regreso luego de una década perdida.

Más se tardó el directivo Agustín Manzo en aventurar que Cruz Azul será campeón, que La Máquina en descarrilar. Los cementeros regresaron a su cuna del 10 de Diciembre sólo para perder sin siquiera meter las manos ante unos Gallos Blancos que pelean por salvarse del descenso.

El que va en caída libre es el Atlante. El equipo del pueblo le está haciendo honor a su apodo y parece que no sobrevivirá a la crisis. Está en el sótano de la clasificación con dos puntitos en ocho partidos y también en el último lugar de la tabla del porcentaje, en una consecuencia de unos directivos ambiciosos que quieren grandes ganancias con escasa inversión.

Con el recuerdo de Víctor Manuel Vucetich todavía flotando en el Tecnológico, José Guadalupe Cruz debutó con un empate sin goles ante Atlas. El ex timonel de Potros y Jaguares se apresuró a aclarar que no competirá con lo conseguido por el Rey Midas, pero la tribuna coreó el nombre de Vuce y el profe deberá entregar buenas cuentas a la brevedad o cada partido le estarán recordando al que se fue, quien por cierto fue el primero en despreciar al Tri en esta etapa mundialista.

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