La aprobación de la Ley General del Servicio Profesional Docente a espaldas de los maestros es una ruptura con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), una traición a los alumnos porque pretende acabar con la educación pública gratuita, y una vergüenza para el país porque regresamos a la nación de las decisiones verticales y autoritarias, advirtió Francisco Bravo, secretario general de la sección sindical 9 del Distrito Federal, tras rechazar que la reforma aprobada ayer en San Lázaro tuviera alguna aportación del magisterio disidente.

Pasaban las 20:30 horas y frente a los 21 delegados de la CNTE y su abogado Eduardo Pérez Saucedo en la mesa de discusión acordada entre la Secretaría de Gobernación, los partidos y los propios maestros sólo se encontraban los senadores del PRD Mario Delgado, Raúl Morón, Fidel Demédicis y Benjamín Robles, a quienes se sumó más tarde el senador del Partido Verde, Gerardo Flores. A ellos les dijeron que la responsabilidad de todo lo que suceda es de los legisladores cobardes que faltaron a su palabra y no asistieron a este debate con el magisterio disidente que ellos mismos ofrecieron.

Lo que sucedió en la Cámara de Diputados es un capítulo de la batalla, pero de ninguna manera significa que se haya perdido la guerra, advirtió Francisco Bravo y reiteró que la inasistencia de estos legisladores es una traición no a la CNTE, sino a los miles de niños y jóvenes del país.

Los senadores perredistas se turnaban el uso de la palabra para asegurar a los maestros que su presencia en esa mesa reflejaba su interés por construir acuerdos; incluso el perredista Mario Delgado adelantó que su bancada en la Cámara de Senadores exigirá que la minuta que deriva de la ley aprobada ayer por la noche por los diputados se debata de acuerdo con los tiempos que marca la ley y no se le dé aprobación urgente. Les dijo también a los maestros que utilizarán en el proceso de dictaminación todo el material de trabajo y análisis que en las mesas de negociación entregaron los miembros de la CNTE.

Rubén Núñez, secretario general de la sección 22 de Oaxaca, respondió que la CNTE no es ingenua; sabíamos que mientras se llevaban a cabo estos diálogos, por otro lado se tomaban decisiones, es decir, los partidos del gobierno, el PRI y el Partido Verde, dieron muestra de que se ha vuelto a los tiempos de las decisiones verticales y autoritarias, pero sobre su conciencia queda no haber aceptado el reto de discutir con los maestros sobre una reforma educativa. Queremos decir a la opinión pública que queda claro que fueron ellos, los legisladores y el gobierno, los que fallaron y no la CNTE, sino a los estudiantes del país. Esta actitud del PRI es cobarde, faltan al respeto a su investidura como representantes populares. Es una actitud lamentable y vergonzosa que no sean capaces de dar la cara y defender con argumentos sus puntos de vista.

Gonzalo Martínez Villagrán, de la sección 9 del Distrito Federal, denunció la campaña de mentiras con que el gobierno federal pretende desvirtuar el movimiento magisterial. Dicen que nos negamos a la evaluación y es mentira, nunca nos hemos negado; que pactamos con algún partido y es mentira, porque no negociamos en lo oscurito; dicen también que alguien nos están financiando y es otra mentira, nos financiamos con nuestros propios recursos, esas son las mentiras de un gobierno de mentiras que nos quiere engañar a todos”, apuntó.

Al final de la fracasada mesa de debate, los maestros respondieron que el futuro de las movilizaciones lo determinará su asamblea general, aunque adelantaron que el próximo miércoles habrá una serie de movilizaciones magisteriales en el país en rechazo a la traición del PRI y del Partido Verde que rompieron con la CNTE.