Martes 3 de septiembre de 2013, p. 21
Bagdad, 2 de septiembre
Dos comisiones de investigación, una de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y otra del gobierno iraquí, viajaron el lunes a un campo de exiliados iraníes para determinar las circunstancias de una matanza que causó al menos 52 muertos entre los exiliados.
El opositor grupo iraní Mujaidines del Pueblo aseguró que 52 de sus miembros murieron el domingo a manos de las fuerzas de seguridad iraquíes en el campamento de Achraf, unos 40 kilómetros al noreste de Bagdad. Un alto responsable de la policía iraquí, que visitó el campamento el lunes, reconoció que vio 52 cadáveres.
"Esta mañana, ingresamos a Achraf y encontramos 52 cuerpos en un lugar", declaró a la Afp el funcionario, que pidió el anonimato.
La fuente, que integra una comisión de investigación instalada por el primer ministro iraquí Nuri Maliki para determinar las circunstancias del drama, dijo que 42 miembros de los Mujaidines, que están vivos todavía en el campamento, rechazan colaborar con las autoridades, en especial impidiendo las autopsias de los cuerpos.
Las autoridades iraquíes encontraron importantes cantidades de explosivos escondidos en el campamento, según el policía, que considera que los miembros de los mujaidines tal vez se mataron entre ellos.
"Cuando alguien quiere salirse de esa organización, se le asesina porque no quieren que nadie pueda dar información", afirmó.
Los Mujaidines por su parte acusan a las fuerzas de seguridad de "masacre" y afirman que algunos de los suyos fueron ejecutados tras ser detenidos y que estaban amarrados. Siete exiliados se dan por desaparecidos, afirmaron.
Una segunda comisión de investigación instalada por la misión de la ONU en Irak, visitó también el campamento de Achraf este lunes, según la portavoz del orgaismo mundial, Eliana Nabaa. La ONU no dio ningún detalle sobre su investigación.
Francia condenó el lunes la "violencia" en ese campamento y pidió una investigación "independiente y profunda", al mismo tiempo que recuerda que corresponde "a las autoridades iraquíes garantizar la seguridad de los campamentos de refugiados.
Estados Unidos condenó este domingo el ataque. "Estados Unidos condena enérgicamente los terribles acontecimientos que tuvieron lugar hoy (domingo) en el campo de Ashraf, que, según diversos informes, resultaron en numerosos muertos y heridos", señaló en un comunicado la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf.
Unos 3 mil Mujaidines del Pueblo, trasladados en 2012 de Achraf a un viejo campamento del ejército estadunidense en Bagdad, decretaron una huelga de hambre para protestar contra la matanza.