En cinco años puede salirse del bache
Jueves 5 de septiembre de 2013, p. a15
Si la marcha mexicana quiere recuperar el espacio que tuvo en el mundo durante varios años, a los andarines deben hacerlos trabajar por lo menos dos sesiones al día, tenerlos concentrados en un lugar adecuado y que los entrenadores sean certificados para que cumplan con su trabajo, estimó el veterano Juan Hernández.
El hacedor de la mejor marchista que ha tenido el país, Graciela Mendoza –algunas de cuyas marcas en los 20 kilómetros siguen vigentes–, consideró ilógico que antes había pocos preparadores y muchos buenos resultados, y ahora hay muchos y ningún buen resultado
, por lo que urgió a las autoridades deportivas a atender la situación de la disciplina.
Sobre el anuncio de que la escuela de caminata que dirige el profesor José Alvarado pudiera mudarse del Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento al Centro Deportivo Olímpico Mexicano, dijo que en cualquier sitio puede darse el avance de la marcha, pero insisto en que deben estar concentrados y que los entrenadores cumplan, porque me ha tocado ver a los muchachos que los esperan por horas y luego mejor se van a hacer otras cosas
.
Hernández, preparador también de exitosos andarines como Bernardo Segura y Alberto Cruz, entre otros, no teme a los nuevos métodos de trabajo y entrenamiento, pero sabe que las fórmulas probadas de éxito son el trabajo, la constancia y la disciplina, lo que muchas veces los competidores de ahora no asimilan, y menos si quienes los preparan no tienen la capacidad de hacerlos entender
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No afirmó que la marcha pasa por el peor momento de su historia, pero dijo que las autoridades deportivas deben modificar radicalmente la forma en la que actuamente se trabaja, porque si se empieza ahora, “en unos cinco, seis o siete años podría regresarse a los primeros planos mundiales, a ese tiempo cuando se estaba al mismo nivel de los rusos, de los mejores del mundo.