Le digo que aprenda de las cosas malas que hicimos: Golden Boy
Domingo 8 de septiembre de 2013, p. a14
Big Bear, 7 de septiembre.
De niño, Saúl Álvarez y sus siete hermanos vendían paletas en su pueblo natal, Juanacatlán, Jalisco. Era el negocio de su padre y todos participaban de la empresa.
Aquel chico inquieto de cabello color canela resultó mejor para el boxeo que para las ventas. Abandonó la escuela sin terminar la secundaria, para hacerse boxeador profesional a los 15 años de edad y sobresalió rápido en este deporte gracias al impulso inicial de su hermano Rigoberto.
Cinco años después de que su hija naciera y le cambiara la vida, y a una semana de un combate contra el estadunidense Floyd Mayweather Jr, que puede catapultarlo a la estratósfera, el monarca súper wélter se perfila como más que un boxeador. Siguiendo los pasos de su promotor y amigo Oscar de la Hoya, el Canelo también avanza su carrera como empresario.
Mayweather, considerado el mejor boxeador del planeta e invicto en 44 combates, es favorito para la pelea del sábado 14 de septiembre en Las Vegas. Gane o pierda, el mexicano puede sacar mucho provecho a la experiencia a sus 25 años, al igual que el roce con De la Hoya, con quien comparte varios puntos en común.
Al igual que el Golden Boy, Álvarez es un campeón joven, carismático, apuesto y temible en el cuadrilátero. En su momento ambos han sido considerados la gran atracción del pugilismo hispano en Estados Unidos.
Es un modelo a seguir
, dijo el Canelo sobre De la Hoya durante una entrevista en Big Bear, California, donde entrenó para el crucial combate, y lo señala como una de sus grandes influencias.
“Empecé (en el boxeo) por mi hermano mayor (Rigoberto) y de allí empecé a ver a Julio César Chávez y a De la Hoya, pero he visto videos de Muhammad Ali y para mí, (él) es uno de los que más me agrada cómo pelea. Sugar Ray Leonard es otro”, comentó.
De la Hoya dice que el Canelo es como una esponja
que aprende todo y está logrando más que él a su edad. Comentó, por ejemplo, que él tenía alrededor de 30 años cuando fundó su promotora Golden Boy Promotions, que representa a Álvarez.
El mexicano también tiene su empresa, Canelo Promotions, desde hace unos tres años, relató su entrenador Chepo Reynoso, quien junto con su hijo Eddy y Álvarez crearon la sociedad en México.
La promotora está creciendo y creemos que dentro de poco será la mejor
, señaló Reynoso, quien informó que representan a unos 40 pugilistas de todo México.
De la Hoya, quien reconoce el gran paralelo que tiene con Álvarez, lo aconseja incluso de manera personal: “Es bastante inteligente y lo más importante es que quiere aprender. Le digo: ‘Mira, no veas mi carrera y la de Chávez. No te fijes en las cosas buenas que hicimos, en los campeonatos que ganamos. Aprende de todo lo malo que nos sucedió y crece’”.
Más allá de la fama y el dinero, el Canelo dice que su mayor inspiración es su hija Emily, a quien le puso Cinnamon (Canela, en inglés) como segundo nombre: Es la que yo creo me hizo más responsable... la que me motivó a lograr todo
.
Al preguntarle más sobre su hija, el campeón abundó sin reparar en el tiempo, dando la respuesta más larga de la entrevista de menos de 11 minutos, que en estos días en los que todos quieren un pedazo del Canelo, representa casi una eternidad.
Ella ya tiene cinco años, pero entiende muchas cosas. Obviamente lo que más me duele cuando vengo a entrenar es dejarla sin verla tanto tiempo. Es difícil pero siempre es por algo bueno, para darle lo mejor y creo que vale la pena el sacrificio
.
Por lo pronto, Álvarez (42-0-1, con 30 nocauts) está concentrado en ganar.
El combate contra Mayweather (44-0, con 26 nocauts) se perfila como el más importante del año y probablemente entre los más lucrativos de la década.
Es la segunda pelea del Money en su contrato con Showtime, que le pagará hasta 300 millones de dólares por seis peleas, y el estadunidense podría recibir más de 40 millones por este combate.
Álvarez también tendrá su noche más lucrativa, con una pago de unos 12.5 millones, y la expectativa es que el combate amenace el récord del sistema pago por evento (PPE) en Estados Unidos, que en 2007 fijó la pelea entre Mayweather-De la Hoya en 2.44 millones de compras.