Choques en Brasilia, Sao Paulo y Río de Janeiro empañan festejos por la independencia
Las movilizaciones fueron convocadas en más de 100 ciudades a través de las redes sociales
Domingo 8 de septiembre de 2013, p. 19
Brasilia, 7 de septiembre.
Los manifestantes volvieron a las calles de las principales ciudades de Brasil este sábado, día de la independencia, y se produjeron enfrentamientos en Brasilia, Sao Paulo y Río de Janeiro, los cuales fueron disueltos por la policía con gases lacrimógenos y pimienta. Al igual que durante las movilizaciones de hace dos meses, los inconformes exigen mejores servicios públicos, salud y educación. Las protestas fueron convocadas en más de 100 ciudades de Brasil a través de las redes sociales, pero fueron significativamente menores a las de junio, cuando más de un millón salieron a las calles contra la corrupción, el millonario gasto público en los estadios del mundial de futbol 2014 y por mejores servicios.
En Brasilia, tras denunciar la corrupción de la clase política ante el Congreso, cientos de personas intentaron romper un cordón policial que protegía el estadio mundialista Mané Garrincha, dos horas antes del partido amistoso Brasil-Australia, que culminó 6-0, y fueron dispersados por la policía con gases lacrimógenos.
Las millonarias inversiones públicas de Brasil en los estadios para el mundial estuvieron en el centro de la ira de los manifestantes en junio, quienes reclamaban que se gastara ese dinero en mejores servicios. A la copa del mundo yo renuncio, quiero más educación y salud
, es uno de los lemas de las protestas.
La policía volvió a lanzar gases lacrimógenos en las zonas donde los manifestantes continuaban concentrándose en Brasilia, y usó mangueras de agua para dispersarlos en la principal avenida de la ciudad. Al menos 39 personas fueron detenidas en la capital del país, informó la policía a medios locales. Muchos de los choques en Río de Janeiro y Sao Paulo fueron liderados por grupos de enmascarados.
En el centro de Sao Paulo, un grupo de inconformes intentó invadir el concejo municipal y la policía intentaba dispersarlos con gases lacrimógenos y bombas de estruendo. Al menos un manifestante fue herido en un ojo. Con el rostro manchado de sangre yacía en la calle, donde fue asistido por los agentes. Las protestas empezaron temprano, coincidiendo con los desfiles por la fiesta patria brasileña.
En Río, más de 100 manifestantes invadieron la avenida donde se realizaba el desfile militar por la independencia. Para dispersarlos, la policía disparó gases lacrimógenos cerca de donde su ubicaban los espectadores, muchos de ellos familias con niños, que corrían para protegerse. Al menos 13 personas resultaron heridas y 27 fueron arrestadas.
En Brasilia, Rousseff participó por la mañana en el tradicional desfile militar a bordo de un automóvil descapotable.
Coincidiendo con el fin del desfile, unos 2 mil manifestantes marcharon hacia el Congreso. Un grupo exhibía una cárcel móvil
para llevar simbólicamente a políticos corruptos a la prisión de máxima seguridad de la Papuda. Otros manifestantes limpiaron
los accesos al Parlamento con escobas.
En otras ciudades del país también hubo movilizaciones, muchas de ellas pacíficas. En Cuiabá, Fortaleza y Belo Horizonte fueron arrestadas decenas de personas.