El complejo cinematográfico, cuna de directores y actores mexicanos, cumple hoy 68 años
el corazón que nutra al cine nacional
Con el equipo recién adquirido no hay límites para el espacio, afirmó Carlos García Argaz, director
Martes 10 de septiembre de 2013, p. a10
Hay dos vertientes, la material y la espiritual para recuperar los Estudios Churubusco, afirma Carlos García Agraz, nuevo director de este complejo cinematográfico construido en más de cinco hectáreas ubicadas en la colonia Country Club, y que desde el 10 de septiembre de 1945 es cuna de directores y actores inmortales de nuestra industria.
“La primera etapa, la material, consiste en llevar a cabo la terminación de la obra mayúscula que se inició hace dos años, y en lo espiritual, es la recuperación de Estudios Churubusco no sólo como centro neurálgico, sino el corazón que nutra al cine mexicano. Para eso hay que trabajar mucho en una promoción y capacitación a nuestro personal.
Desde su fundación, los estudios se convirtieron en el epicentro de la comunidad cinematográfica. Antaño, mientras María Félix salía de la sala de maquillaje rumbo a uno de los foros, Cantinflas filmaba algunas escenas de su película El extra en el patio central; sin olvidar a Emilio El Indio Fernández, quien en la cafetería solía contar sus anécdotas revolucionarias.
García Agraz afirmó que parte del trabajo de rescate de este espacio se centra en hacer que la gente de cine regrese a los Estudios Churubusco para realizar sus proyectos.
Queremos que los creadores cinematográficos vuelvan a ver los estudios como el centro de rodaje, de preproducción y terminación de todas las películas fomentadas en los esquemas del cine mexicano. Sin dejar de lado la recuperación económica que nos permita ser autosuficientes en nuestra administración
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Con 10 foros, dos salas de regrabación y mezcla, un laboratorio fotoquímico, una sala de doblaje y un centro de posproducción digital, el proyecto de los Estudios Churubusco fue desarrollado en 1943 por Emilio Azcárraga Vidaurreta, la productora estadunidense RKO, Radio Pictures y un grupo de inversionistas encabezado por Harry Wright, presidente del Country Club y dueño de los terrenos donde hoy también se encuentra el Centro Nacional de las Artes.
La mayoría de los cineastas y cinéfilos coinciden en que 1949 fue un año que se convirtió en el parteaguas de los Estudios Churubusco, no sólo porque la mayoría del personal creativo que allí laboraba contribuyó a establecer la Ley Cinematográfica, sino además porque la producción realizada en sus foros rompió récord en América Latina: más de 108 películas realizadas en 12 meses.
Para la década de los 60, en los Churubusco ya se realizaban hasta 90 cintas por año, entre éstas The Young One, única película realizada por el legendario Luis Buñuel en inglés. Asimismo, durante esos años se incorporó el color a la mayoría de las cintas.
Con la creación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en 1988, los Churubusco pasaron a formar parte del sector cinematográfico, al igual que el Imcine, la Cineteca Nacional y el Centro de Capacitación Cinematográfica, e inició un programa de modernización y remodelación de sus foros y equipo para las áreas de Sonido, Laboratorio Fotoquímico y Laboratorio Digital.
Última tecnología
Actualmente, las salas THX de Estudios Churubusco se encuentran entre las más modernas de América Latina, diseñadas bajo los estándares establecidos por Lucas Films, en Los Ángeles, California.
Además de las dos salas digitales de regrabación y mezcla se cuenta con una sala de proyección única en México en la que se proyecta en formatos 35 mm, 16 mm y digital 2k.
Se cuenta por igual con un área de escaneo de imagen para materiales cinematográficos de 35 mm y 16, además de procesamiento de imagen, impresión y proyección digital, para lo cual se ha adquirido recientemente el Christie CP2000, uno de los proyectores más avanzados del mundo.
Carlos García Agraz dijo que los nuevos equipamientos que se añadirán y las nuevas formas de hacer cine ya no hay límites para lo que se puede lograr en los Churubusco como centro de producción y posproducción.
“A partir de la democratización de las sedes del cine, para bien del cine universal y mexicano, ya casi todo mundo puede hacer películas. Las nuevas tecnologías nos llevan a eso; el cuello de botella se hará en la distribución y la exhibición, pero también las nuevas tecnologías nos permiten ir directamente a las antenas y al aire.
“Tan sólo hay que ver lo que están haciendo Netflix y estas cadenas que ya ni pasan cine por televisión; es decir las películas están en el aire, las baja quien quiere; ese es el futuro del cine, y Churubusco tendría que ser punta de lanza en esta batalla”.