El consejo nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) sesionó ayer con el fin de diseñar una estrategia de contrainsurgencia a la rebelión del magisterio disidente, y determinó que el presupuesto para la reforma en el sector es factor central para calmar los ánimos, sostuvieron fuentes del gremio.

Dirigentes sindicales admitieron que a escala nacional se han generado brotes de inconformidad preocupantes por el rechazo a las reformas de los artículos tercero y 73 constitucionales y las tres leyes secundarias.

Ejemplo de lo anterior son los casos de Veracruz, Nayarit, Baja California, Quintana Roo, Jalisco –tierra natal del presidente del gremio, Juan Díaz de la Torre–, Coahuila, Morelos y Yucatán, aun cuando no son bastiones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Los dirigentes indicaron que en esas entidades han influido en las protestas los cacicazgos sindicales, así como deudas de carácter electoral, y reconocieron que los mentores que han salido a las calles a expresar su rechazo a la nueva normatividad no son contingentes históricos de la CNTE.

Subrayaron que para implementar esta estrategia contra la rebelión magisterial, el punto central está en la obtención de recursos para vender los beneficios de la reforma educativa.

Indicaron que se trata de ofrecer la fuerza que como grupo tiene el SNTE en lo político e institucional y aceptar que estamos en una etapa de transición, por lo que es necesario convencer que la evaluación a profesores es una gran oportunidad, si va acompañada de un sistema formativo que demanda recursos.

Desde temprano, los secretarios generales de las secciones del SNTE sostuvieron una reunión en Santa Fe –que continuaba al cierre de esta edición–, para analizar las leyes secundarias, en particular la General del Servicio Profesional Docente.

Por la tarde, Díaz de la Torre ofreció una conferencia, tras la cual continuaron los trabajos de la dirigencia sindical, donde se perfilaba plantear la posición del SNTE sobre la reforma.

Se tomará la decisión sobre cuál será la nueva etapa de lucha del sindicato, tanto por nuestros derechos como por presupuesto educativo (...) y en defensa de la escuela pública.

En la conferencia el dirigente señaló que existe incertidumbre, angustia, temor y molestia entre el magisterio en relación con la reforma educativa y las leyes secundarias.

El secretario general del SNTE, Juan Díaz de la Torre, encabezó ayer una sesión del gremio magisterialFoto Carlos Ramos Mamahua

Ante esa situación, convocó a los gobiernos federal y estatales y a otros actores involucrados a realizar una profunda e intensa campaña de información que permita a nuestros compañeros clarificar puntualmente el objetivo, el espíritu y lo que ha quedado legislado.

El sindicato ha elaborado un documento con 250 preguntas y dudas en torno a la nueva normativa. Las cuatro más recurrentes son si se despedirá a los trabajadores de la educación, si desaparecerá el programa de estímulos carrera magisterial, si el sindicato defenderá sus derechos y si lo que quedó inscrito en las leyes se cumplirá.

El dirigente subrayó que el planteamiento de la reforma educativa es idéntico al de 1946: si el maestro cumple con la normatividad, con su responsabilidad, accede y participa en los procesos que hoy contempla la ley, no hay ninguna razón para despedirlo. Sobre la carrera magisterial, indicó que el esquema se transforma, pero no desaparecen los beneficios.

Para que la reforma cumpla gradual y sistemáticamente su objetivo, agregó, se requiere, además del compromiso de todos los sectores involucrados, de presupuesto para formación continua, actualización, evaluación, infraestructura, equipamiento, materiales educativos, alimentos para los niños y para las escuelas de tiempo completo.

Afirmó que los maestros que se han manifestado en las calles, sobre todo de la ciudad de México, la mayoría de la CNTE, representan sólo 5 por ciento (65 mil) de los más de un millón 300 mil trabajadores de la educación.

Los argumentos de la coordinadora en sus negociaciones con funcionarios son políticos, ideológicos, filosóficos, epistemológicos, pero no hay propuestas concretas (...) Hay pronunciamientos sobre la libertad de los presos políticos o defensa de otros actores que no tienen nada que ver ni con lo sindical y educativo y mucho menos con lo laboral.

El dirigente se manifestó contra las formas de lucha de la CNTE, y aplaudió que 95 por ciento de los maestros demande al sindicato luchar por sus derechos cumpliendo en las aulas.

Señaló que las acciones de la disidencia atentan contra la educación pública, pues si se suman los días de paro de labores en los últimos siete años el resultado es equivalente a un ciclo escolar. No veo cómo eso signifique defensa de la escuela pública.