En las prisiones capitalinas los internos viven hacinados. Tienen 21 mil 600 espacios, pero los habitan 41 mil 300 reos; no están clasificados por edades, delitos o peligrosidad por falta de espacio; además, no les proporcionan insumos básicos de ropa y limpieza, y mal comen, afirmó la subsecretaria del Sistema Penitenciario del Distrito Federal, María Mayela Almonte Solís

Al participar en el foro Perspectivas de la reiserción social y la privatización del sistema penitenciario mexicano, la funcionaria aseguró que las prisiones de la ciudad de México “tienen un abandono de más de 25 años. Ni siquiera se les ha dado una manita de gato.

Las cárceles son una parte del Estado que no generan votos y, por lo tanto, los gobiernos poco le apuestan a invertir dinero en ellas, por lo que las prisiones sobreviven, y eso hace que su administración sea deficiente.

La funcionaria resaltó que “en el Distrito Federal se requiere un inmueble más para erradicar vicios de corrupción, ahora encontramos un sistema totalmente descompuesto y para limpiarlo necesitamos sacar de una institución a todos los internos y llevarlos a otra; establecer nuevas reglas y que no haya cabañas o tienditas, ni prostitución”, por eso pidió que si el gobierno federal tiene recursos. que construya una cárcel en la ciudad de México.

Apuntó que la penitenciaría de Santa Martha Acatitla está a punto de caerse. Tiene 56 años y no se le ha dado ni una mano de pintura. Apuntó que “las prisiones capitalinas carecen de tecnología incluso para prevenir problemas en sus instalaciones.

No pedimos imponer cero tolerancia porque se nos va a amotinar la población. En esta administración hemos decomisado dinero en efectivio en cantidades impresionantes y más de 2 mil celulares. Dijo que en las cárceles se gesta una red de delincuencia que impacta en el exterior.